Lúcio Antunes, controlador aéreo de profesión, lleva al pequeño archipiélago a hacer historia en su primera Copa de África
Hasta el pasado mes de septiembre, las únicas referencias que existían del fútbol caboverdiano allende sus reducidos dominios respondían a nombres propios como Nani, Eliseu, Gelson Fernandes, el díscolo Manuel o el inolvidable Henrik Larsson, aunque en este último caso se debiera a su padre, originario de este archipiélago lusófono integrado por 15 islas e islotes y situado a 570 kilómetros de la costa occidental africana.
Empero, los ‘Tubarões Azuis’ (Tiburones Azules) se sacaron sus complejos de encima el día que la poderosa Camerún visitó Praia, la capital, con la intención de sellar su pasaporte rumbo a Sudáfrica 2013. Nadie, y mucho menos los 10.000 espectadores que abarrotaron aquella tarde el estádio da Várzea, esperaban que los pupilos de Lúcio Antunes se zamparan con un par de finas dentelladas a los ‘Leones Indomables’. El gabinete de crisis ulterior a la debacle insular aceleró el esperado indulto a Samuel Eto’o, convencidos de que con el ex azulgrana al frente enmendarían la plana en Yaoundé. Pero ni siquiera la presencia del futbolista mejor pagado del planeta arredró el paso de una escuadra que ha hecho del descaro, el orden y el buen trato del cuero su tarjeta de presentación.
Y con las mismas se presentó en su bautismo de fuego en una Copa de África el pasado día 19. Ser la nación más pequeña en disputar una fase final del torneo continental (apenas llegan al medio millón de habitantes) y entrar en escena como el ‘conejillo de indias’ que debía ser sacrificado sin remisión por los anfitriones en el partido inaugural tampoco bastaron para despertar de su sueño al verdugo de los cuatro veces campeones africanos.
El 0-0 ante Sudáfrica fue, de hecho, el primer peldaño de Cabo Verde camino de la gloria, alcanzada este domingo tras batir a sus ‘irmaos’ angolanos en el descuento (2-1) y colarse de rondón en los cuartos de final de la CAN como segundos de grupo, igualados a puntos con el anfitrión. Ahí es nada.
Dos empates frente a los Bafana Bafana y Marruecos (1-1), y un agónico triunfo sobre los Palancas Negras han terminado de poner en el mapa del balompié mundial a una intrépida selección armada con futbolistas de medio pelo que militan en clubes portugueses (10), holandeses (3), franceses (3), chipriotas (2), angolanos (2) y rumanos (1). Sólo el tercer meta, Rilly, continúa jugando en la floja Liga local, en tanto que Guy Ramos llegó a Sudáfrica sin trabajo.
Aunque el peso de su fútbol ordenado y sin apenas fisuras recae sobre las espaldas de Ryan Mendes (Lille), su hombre más determinante, y los experimentados Marco Soares (Omonia Nicosia) y Julio Tavares (Dijon), el padre espiritual de la gran revelación de la CAN 2013 se sienta en el banquillo isleño.
Lúcio Ulisses Indalécio Silva Antunes (Praia, 1966) no se lo pensó dos veces el día que, allá por 2010, recibió el ofrecimiento que llevaba esperando toda su vida. Pidió una excedencia de tres años en el aeropuerto internacional de Praia, donde trabajaba como controlador aéreo, para poder dedicarse en cuerpo y alma a la selección de su país.
La Federación Caboverdiana (FCF) confió en este estudioso del deporte rey un ambicioso proyecto cuyos objetivos eran meter a los Tiburones Azules en la elite del fútbol africano a corto plazo (Guinea-Gabón 2012 o Sudáfrica 2013) y pelear por una plaza en el Mundial de Brasil. ¡Y todo eso sin contar en sus pagos con un solo terreno de juego de césped natural!
Lejos de ser una carga, la envergadura de los planes federativos se convirtió en un estímulo para un técnico valiente y decidido que se ha ganado hasta el reconocimiento del más afamado de los entrenadores de habla portuguesa. “Lúcio es un técnico inteligente. Tiene las ideas muy claras. Es metódico y ambicioso. Su equipo está muy bien organizado sobre el césped. Sin duda es un muy buen entrenador”, declaró José Mourinho hace escasos días en una entrevista con el canal de televisión Al Jazeera.
Humilde hasta la saciedad y plenamente consciente de los irracionales vaivenes que manejan los hilos del fútbol, Antunes prefiere seguir mirando al piso, obviando el dulce momento que vive al mando de su pandilla de escualos irreverentes: “Lo único que tengo claro es que mi contrato expira al final de la CAN. Entonces veremos si continúo aquí o me toca volver a controlar el tráfico aéreo”.
SU ONCE TIPO
CABO VERDE (4-2-2-2): 1 Vozinha; 23 Carlitos, 6 Nando, 14 Gegé, 3 Fernando Varela; 7 Platini, 15 Marco Soares; 5 Babanco, 8 Toni Varela; 20 Ryan Mendes y 11 Julio Tavares.
•País: Republica de Cabo Verde
•Capital: Praia
•Habitantes: 567.000
•Superficie en Km2: 4,033 km²
•Punto más alto: Monte Fogo 2.829 m.
•Federación de Cabo Verde (FCF): 1982
•Ránking FIFA: 70
•Total jugadores: 35,100
•Jugadores registrados: 11,500
•Clubes: 82
•Árbitros: 756
•Liga: 12 equipos