Hace una semana hablaba del desgaste que supone tener que estar esquivando dardos continuamente, o teniendo que devolverlos porque estamos rodeados de personas que se empeñan en lanzárnoslos. Es decir, las personas que nos rodean, bien por envidia, por inseguridad o porque se sienten inferiores y es la única forma que conocen de sentirse por […]