UNICEF envía suministros de emergencia y llega a la población de los países más afectados.
La región del Caribe se ha visto seriamente afectada por la tormenta tropical “Fay”, y los sucesivos huracanes “Gustav”, “Hanna” y “Ike” que han tenido lugar desde el 15 de agosto. Son numerosos los países afectados y particularmente lo están Haití y Cuba.
Según la Dirección de Protección Civil (DPC) son más de 600 las personas que han muerto, la mayoría en Haití. Más de 600.000 personas se encuentran en refugios temporales, y la cifra total de personas afectadas en la región supera el millón.
Situación en Haití
Las inundaciones provocadas por los huracanes y las lluvias en Haití en las últimas semanas han afectado a más de 650.000 personas, de las cuales más de 300.000 son niños y niñas, según las estimaciones de UNICEF.
Las primeras informaciones apuntan a que los daños ocasionados por los huracanes Fay, Hanna y Gustav exceden las pérdidas que sufrió la ciudad de Gonaives en 2004 tras el paso del huracán Jeanne. UNICEF trabaja en una evaluación exhaustiva de los desperfectos y las necesidades para preparar una petición de fondos que palien los efectos de los sucesivos huracanes.
Los suministros de emergencia que UNICEF está distribuyendo por puente aéreo en el país incluyen 15.000 mantas, 12 tanques de agua potable, 5.000 kits con productos de higiene, 20.000 tabletas de purificación del agua y sales de rehidratación oral. Además, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y UNICEF han movilizado 7.5 toneladas de comida y 60.000 litros de agua potable para ser transportadas por vía marítima a Gonaives. El agua está estancándose, lo que prolongará la situación de emergencia e incrementará el riesgo de enfermedades ligadas al agua en las próximas semanas.
“El esfuerzo inicial para prestar ayuda a Gonaives es sólo el comienzo, se necesita más ayuda para los niños y las familias afectadas por los huracanes a lo largo de todo el país”, ha dicho Nils Kastberg, Director Regional de UNICEF para América Latina y el Caribe.
La mayoría de las familias de las áreas afectadas han perdido sus casas y se alojan provisionalmente en escuelas, lo que no permitirá a más de 40.000 niños haitianos afectados empezar con normalidad su año escolar, cuyo comienzo estaba previsto para el pasado lunes, 8 de septiembre. El Ministerio de Educación de Haití ha pospuesto esta fecha hasta el 6 de octubre, a la espera de que remitan los efectos de los huracanes y las sucesivas lluvias.
“Este año el período de huracanes ha golpeado Haití con fuerza”, subraya Annamaria Laurini, representante de UNICEF en Haití. “Haití es el país más pobre de América, y es extremadamente vulnerable a las inundaciones porque muchas laderas de las montañas han sido despojadas de árboles por las familias, en busca de madera para cocinar y calentarse. Y el período aún no ha terminado, por lo que cada huracán agrava el daño que ha ocasionado el precedente”.
Situación en Cuba
Los huracanes que han azotado el Caribe en las pasadas semanas han sido los más devastadores en la historia de Cuba en los últimos 50 años. Tras su paso, la Isla de la Juventud y la provincia de Pinar del Río quedaron seriamente afectadas, y municipios como Las Palmas o Los Palacios también se han sufrido daños considerables.
La situación que hoy presenta el occidente del archipiélago cubano es verdaderamente dramática. El 60% del territorio de la provincia de Pinar del Río se ha visto severamente dañado y más de 140.000 viviendas se han visto gravemente afectadas.
El gobierno cubano y la sociedad civil están realizando grandes esfuerzos para proteger a la población, restaurar los servicios básicos y continuar las tareas de recuperación económica y recuperación del entorno natural. Además, se está trabajando para fortalecer la prevención epidemiológica en las zonas afectadas.
La mayor parte de las familias de las zonas afectadas (60% de los habitantes) no tienen aún electricidad en sus hogares. Lo mismo sucede en numerosos centros productivos y de servicios, ya que un total de 137 torres de alto voltaje fueron arrasadas. Más de 400 familias han debido trasladarse y están alojadas temporalmente en casas de vecinos o parientes. Las comunicaciones también han sufrido importantes daños y se mantienen interrumpidas en muchos lugares del país.
La alimentación de la población se ha perjudicado enormemente por los daños en bodegas (tiendas de víveres), almacenes y panaderías, y en el área de salud, se enfrentan serias dificultades en el servicio que brinda hospitales, policlínicas y consultorios médicos de las comunidades.
El acceso al agua potable y condiciones de saneamiento adecuado se han visto seriamente afectados debido a la pérdida de tanques de agua en viviendas multifamiliares e individuales.
UNICEF, como parte del Sistema de las Naciones Unidas, sigue muy de cerca la situación de los niños, niñas y adolescentes cubanos, y de las familias de las zonas afectadas, apoyando los esfuerzos nacionales para la recuperación del país y liderando el sector de agua y saneamiento.