Por Lara Dopazo, colaboradora de UNICEF
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Rusia ha sido portada de los medios de comunicación durante el último mes por la batalla del gas que ha mantenido con los países vecinos. Sin embargo, el gigante europeo tiene otros problemas que arrastra desde la transición del régimen político, pero no son noticia.
Son más de 143 millones de personas en un territorio que se extiende por Europa y por todo el norte de Asia. De estas, un 19,4% es menor de 18 años y tiene que enfrentarse a una situación difícil.
Lo que las cifras indican es que cuarenta de cada cien chicos tienen problemas con el alcohol. Treinta de cada cien en el caso de las chicas. Las tasas de suicidio triplican las del resto del continente europeo y el diez por ciento de los y las adolescentes consumen drogas.
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UNICEF considera que una de las armas de lucha contra el SIDA más efectivas en Rusia es luchar contra el estigma social que supone ser portador del virus. Extender entre la población la integración de niños, niñas y adolescentes es la mejor forma de concienciar de la necesidad de cuidados sanitarios que requieren, así como brindar una posibilidad de que puedan tener una vida en derechos, como el acceso a la educación, a la salud, al ocio, etc.
Además de la campaña internacional “Unidos por la infancia, unidos contra el SIDA”, UNICEF y sus aliados han llevado a cabo en Rusia proyectos de capacitación de personal sanitario para brindar información a los jóvenes sobre el VIH/SIDA. Sólo con información se puede proteger a los infectados y evitar que más jóvenes se infecten.
Para más información: www.unicef.es/unidoscontraelsida