Se cumplen dos décadas de la aprobación de este tratado internacional, que coincide con la conmemoración del Día Universal de la Infancia
20 de noviembre. Los Ayuntamientos de Bilbao, San Sebastián y Vitoria-Gasteiz se han sumado, junto a UNICEF, a las celebraciones del vigésimo aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño. En Bilbao y San Sebastián, se ha presentado una declaración institucional en la que muestran su adhesión a la causa de la infancia y su compromiso a seguir trabajando en pro de los derechos de los niños y niñas.
Además, hasta el próximo día 24 en la balconada del Ayuntamiento de Bilbao y a lo largo de esta semana en el Palacio Goikoa en San Sebastián, estará expuesta una lona y una pancarta respectivamente con el lema “Unidos por la infancia / Haurren alde bat eginik”, con el fin de dar a conocer a la ciudadanía esta efemérides y de que este aniversario tenga la repercusión social que merece. En Vitoria mañana sábado, durante todo el día, se ha organizado una gran fiesta por los derechos en los que habrá exposiciones, talleres, cuentos, música, teatro y juegos; todo ello para recordar los derechos de la infancia y celebrar un día especialmente dirigido a los más pequeños. Además, en las tres ciudades se ha presentado el informe más importante del año para UNICEF, el Estado Mundial de la Infancia.
La Convención sobre los Derechos del Niño se aprobó por unanimidad el 20 de noviembre de 1989 en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Desde entonces, millones de niños y niñas han nacido y crecido con sus derechos reconocidos y amparados en este documento de aceptación prácticamente universal, pues ha sido ratificado por todos los países del mundo excepto Somalia y Estados Unidos.
La Convención cambió para siempre la manera en que el mundo mira a la infancia: por primera vez, los niños y niñas dejaron de ser vistos como objeto de protección, desde un enfoque caritativo y paternalista, a ser sujetos de pleno derecho. Tal y como se recoge en sus 54 artículos y en sus dos Protocolos Facultativos, todos los niños y niñas de todos los lugares del mundo tienen el derecho a desarrollar plenamente sus capacidades, a participar en las decisiones que les afectan y a ser protegidos de riesgos y perjuicios. Pero, naturalmente, también tienen obligaciones y responsabilidades ligadas a cada uno de esos derechos.
Por todo ello, la Convención es un documento único, ya que marca las pautas para el tratamiento y cuidado de los individuos desde su nacimiento hasta los 18 años de edad -definiendo así el periodo de la infancia-; y además, es el primer instrumento internacional legalmente vinculante que incorpora toda la gama de derechos humanos, esto es, los derechos civiles, culturales, económicos y sociales.