El bienestar de los niños, niñas y adolescentes presenta variaciones considerables en los 21 países de la OCDE. Según el informe “Pobreza Infantil en Perspectiva: Panorama del Bienestar Infantil en Países Ricos” hecho público hoy por el Centro de Investigaciones Innocenti de UNICEF, ninguno de los países estudiados figura en el tercio superior de las clasificaciones en todas las dimensiones de bienestar infantil analizadas y todos los países pueden mejorar en determinadas áreas.
Las seis dimensiones o parámetros utilizados para medir el bienestar infantil – bienestar material, salud y seguridad, educación, relaciones familiares y entre compañeros, conductas y riesgos, y bienestar subjetivo – ofrecen una fotografía de la vida de niños y niñas, y no existe una variable única que represente la totalidad del bienestar infantil.
“Todos los países tienen debilidades que deben ser abordadas” dice Marta Santos Pais, Directora del Instituto Innocenti. “No hay un único parámetro que abarque la totalidad del bienestar infantil y muchos países de la OCDE están clasificados de forma muy diversa en las diferentes categorías”.
De acuerdo con el Report Card, un pequeño grupo de países del norte de Europa encabezan el ranking de la tabla, poniendo de manifiesto que el mayor grado de bienestar infantil se da en Holanda, Suecia, Dinamarca y Finlandia. No obstante, no existe una correlación evidente entre los niveles de bienestar infantil y el PIB per cápita. La República Checa, por ejemplo, alcanza una posición general de bienestar infantil más alta que muchos países más ricos. Finalmente, ninguno de los países estudiados se encuentra en el tercio superior de las clasificaciones en todos los parámetros de bienestar infantil.
La Convención sobre los Derechos del Niño solicita a todos los países invertir en la infancia “hasta el máximo de los recursos disponibles”, según ha declarado la directora del Instituto Innocenti, quien ha añadido que la comparación internacional es un modo de evaluar este compromiso: “No puede decirse que un país está haciendo lo mejor posible por sus niños y niñas, si otro país que se encuentra en un estadio similar de desarrollo está obteniendo mejores resultados y las tablas de clasificación del Informe han sido diseñadas para mostrar esta diferencia”.
Bienestar infantil en España
En el Informe Innocenti, España llama la atención en tres aspectos fundamentales: pobreza infantil relativa, bienestar educativo y bienestar subjetivo. España es uno de los países en los que la pobreza infantil relativa continúa por encima del 15%, junto a Portugal e Italia (como países de Europa Meridional) y Estados Unidos, Reino Unido e Irlanda (como países anglosajones).
En la dimensión educativa, y entendiendo como tal el rendimiento escolar y la permanencia en el sistema educativo, Grecia, Italia, España y Portugal ocupan los cuatro últimos puestos de la clasificación. En el caso español, esta posición en la tabla responde a los bajos niveles de rendimiento escolar, ya reflejados en el Informe PISA (Programa para la Evaluación Internacional del Estudiante) de 2001.
Finalmente, los niños y adolescentes españoles tienen una valoración subjetiva de bienestar muy alta, en términos de percepción de la propia salud y grado de satisfacción sobre su vida. Estas variables, junto a las otras mencionadas, sitúan a España en el puesto número cinco de la clasificación general de 21 países.
Monitorización del bienestar
El Report Card de Innocenti pretende ser un primer paso hacia la evaluación sistemática y exhaustiva del bienestar infantil en los países de la OCDE. Aunque su enfoque se limita a los datos disponibles comparables internacionalmente (lo que significa que áreas clave como la salud mental y emocional, la violencia contra la infancia y la participación infantil son omitidas), UNICEF espera que el informe ayude a estimular la recolección sistemática de datos.
Las políticas públicas deben estar dirigidas a mejorar el bienestar infantil. En este sentido, el informe no pretende analizar o explicar las clasificaciones individuales de cada país sino propiciar un debate a nivel nacional y destacar aquellas áreas en las que cada uno de los países necesita una clara mejora.