Durante el pasado año se registraron hasta 30 conflictos armados en 17 de los cuales participaron niños de manera activa.
El año 2008 se cerró con un total de 30 conflictos armados activos en todo el mundo. República Democrática del Congo, Sudán (Darfur), Afganistán, Colombia, Irak, Pakistán o Sri Lanka son algunos de los lugares más afectados por la guerra.
En este contexto se celebra el Día Internacional por la Paz. En 2001, coincidiendo con la apertura del período de sesiones de la Asamblea General, la Organización de las Naciones Unidas fijó el 21 de septiembre como una jordana enfocada a promover la reflexión y como una invitación dirigida a la totalidad de los países del mundo para que cesen el fuego y la violencia durante este día.
En numerosos países se suceden los actos conmemorativos que tienen como objetivo fundamental establecer las bases para la creación de una cultura de paz cuyos máximos activos son los niños, casi siempre, los más afectados por las consecuencias de los conflictos armados que a día de hoy permanecen activos en todo el mundo. Precisamente, una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU durante este verano establece un sistema de sanciones para aquellos países que usen niños en la guerra. El objetivo de esta resolución es, en palabras de Claude Seller, presidente del grupo de trabajo de la ONU sobre el tema, “Que los Estados tomen medidas para llevar ante la justicia nacional e internacional a quienes incurran en crímenes contra los niños en situaciones de conflictos armados.”
El pasado año, numerosos niños y niñas participaron de manera activa en hasta 17 conflictos armados. Pese a ser una cifra alarmante, el número de conflictos en que los niños eran utilizados con fines bélicos se ha reducido en 10, según el informe presentado por la Coalición para Acabar con la Utilización de Niños y Niñas Soldado.
Este dato nos arroja dos indicadores sobre los que debemos reflexionar en un día como este: por una parte, la necesidad de seguir trabajando para que año a año se reduzca la cifra de afectados por estos conflictos. Y por otra, debemos tomar cada informe positivo como un refuerzo de motivación que nos recuerde que el trabajo por la paz que llevan a cabo miles de personas en todo el mundo nunca es en vano.