Por MAITE IÑIGO

En el Monte de San Lorenzo, el más alto de La Rioja y de la Sierra de la Demanda, encontramos la estación de esquí de Valdezcaray. Se encuentra a 45 kilómetros de Logroño y a 14 kilómetros del casco urbano de Ezcaray. Gracias a su fácil acceso, características, servicios e instalaciones se ha convertido en los últimos años en un excelente destino para la práctica del deporte blanco y en una de las referencias turísticas de La Rioja, con más de 120.000 visitantes por temporada, según cifras del año pasado.

Valdezcaray se extiende sobre una superficie de 300 hectáreas, con 22 pistas de distintas dificultades –desde iniciación hasta dos itinerarios calificados ‘fuera de pista’- y un total de 22,6 kilómetros esquiables, en unas cotas que oscilan entre los 1.530 y 2.125 metros. Las instalaciones han cambiado mucho a lo largo de sus casi 17 años de historia. Esta temporada cuenta con seis telesillas con capacidad para trasladar a 16.400 esquiadores a la hora y tres telesquís en las pistas de iniciación. Dispone de 110 cañones para fabricar nieve artificial y de un aparcamiento para 1.500 vehículos.

Brinda al esquiador la posibilidad de disfrutar de una gran jornada de ocio y deporte y, como no, de hacerlo en familia. Entre sus servicios adicionales encontramos dos restaurantes, con menú del día por 13,00 euros, y tres cafeterías, situadas en distintas cotas; dos escuelas de esquí, tiendas de deportes con servicio de alquiler de material y ludoteca, para niños con edades comprendidas entre los 4 y 11 años.

Después de esquí

Pero Valdezcaray no sólo ofrece deporte. Al bajar de las pistas, el municipio de Ezcaray y otros rincones próximos brindan al visitante la posibilidad de acercarse a la cultura, historia, tradiciones y gastronomía riojanas. El turismo cobra especial protagonismo en esta población de algo más de dos mil habitantes, que en el siglo XVI fue un importante enclave de la industria textil con la Real Fábrica de Paños (hoy Ayuntamiento y Teatro). El visitante puede recorrer su casco histórico, sus plazas porticadas, la Iglesia de Santa María La Mayor, la Ermita de Allende o comprar las típicas ‘mantas de Ezcaray’.

También puede hacer distintas escapadas. Apenas un cuarto de hora en coche separa Ezcaray de Santo Domingo de la Calzada, ciudad estrechamente ligada al Camino de Santiago. A 32 kilómetros se encuentran los Monasterios de Suso y Yuso en San Millán de la Cogolla, declarados patrimonio de la Humanidad en 1997. Y a 40 kilómetros está Haro donde en su conocido Barrio de La Estación se concentran la sede de históricas bodegas de Rioja.

Dónde comer y dormir

La oferta gastronómica es amplia y de calidad, encabezada por el Restaurante Echaurren Tradición -comida tradicional- o el Portal del Echaurren -cocina vanguardista-, dirigidos por Francis Paniego, primer cocinero riojano en obtener una estrella Michelín (Padre José García 19).

Otras opciones son El Robledal, especialista en asados (Lamberto Felipe 20), Casa Masip (Academia Militar 6), Rincón del Vino (Jesús Nazareno 2) o Iguareña (Lamberto Felipe 14) por citar algunos ejemplos. Si busca menú, con precios entre 9 ó 12 euros, puede encontrarlo en La Fragua, Mesón Allende, La Estación , La Bodega, Jamón, jamón, El Refugio, Casa Lladito, Tres Hayas, El Moderno o Ubaga, entre un largo etcétera.

La oferta en alojamientos también es muy variada y de diferentes precios. El abanico incluye albergues, casas rurales, apartamentos turísticos, hostales u hoteles, según las preferencias del cliente.