SILVIA BOLAÑOS

Cuando llega el momento de planear las vacaciones, las compañías aéreas de bajo coste son la opción escogida por muchos a fin de reducir los gastos. Sin embargo, los atractivos precios de los billetes que estas aerolíneas ofrecen, a menudo esconden sorpresas en forma de recargo que pueden encarecer considerablemente el importe inicial si se viaja con equipaje o se supera el peso máximo establecido por la aerolínea. Así lo advierte la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), a través de un informe publicado en su página web, a los viajeros que escojan alguna de estas compañías para desplazarse a su destino vacacional. En él, la organización detalla lo que cobra cada una de las compañías low cost por bulto facturado online o en el aeropuerto, atendiendo a si es temporada baja o alta, y también por exceso de peso.

Ileana Izverniceanu, portavoz de la OCU, alerta de que «en el peor de los casos el billete podría encarecerse hasta un 430%» y recuerda la importancia de «informarse de forma previa» sobre cuáles son las condiciones de cada compañía antes de contratar para evitar disgustos de última hora.

A diferencia de algunas aerolíneas convencionales, que no cobran por la facturación del equipaje, siempre que este no supere los 23 kilogramos, las compañías de bajo coste como Iberia Express, Air Berlín, Easyjet, Vueling o Ryanair aplican recargos por las maletas facturadas. Mientras que el precio para los bultos va de los 10 a los 35 euros en la modalidad online, la facturación en el aeropuerto oscila entre los 30 y los 130 euros.

El exceso de peso del equipaje, limitado a 32 kilos en todas las compañías, es otro de los recargos añadidos al precio final del billete, con diferente cuantía para cada una de las aerolíneas. En el registro online, los importes van de los 12 euros por cada kilo de más de Vueling a los 65 euros de Air Berlín. Por contra, si el exceso se detecta en el registro del aeropuerto, los recargos pueden dispararse hasta los 120 euros en esta última compañía.

Desde la organización señalan que en el caso de los equipajes especiales, como instrumentos de música o equipaciones deportivas, sí está permitido superar el límite de 32 kilos, siempre y cuando se pague el sobreprecio correspondiente.

Recomendaciones
Para evitar sorpresas desagradables, la OCU recomienda a los viajeros planificar el equipaje con antelación y pesar la maleta antes de salir de casa. Asimismo recuerda que el transporte del equipaje, llevar una segunda maleta -bolso, mochila, paquete o bolsa de plástico-, imprimir la tarjeta de embarque, elegir asiento, pagar con tarjeta de crédito o embarcar antes son otros conceptos por los que se pueden encarecer los billetes.

Si los recargos no han sido comunicados al cliente de forma previa, este tiene la opción de reclamar ante las autoridades de consumo. «La directiva sobre derechos de pasajeros dice que el precio final con todos los extras incluidos debe aparecer claramente antes de la contratación», recuerda Izverniceanu, quien admite que junto a los retrasos en los vuelos, las penalizaciones económicas por facturación del equipaje «representan uno de los principales motivos de queja registrados en la organización».

Las advertencias de la OCU derivan de la presencia cada vez más numerosa en el tráfico aéreo internacional de estas compañías que prescinden de los citados servicios adicionales. Según los últimos datos difundidos por el Instituto de Estudios Turísticos, dependiente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, las aerolíneas de bajo coste transportaron a 15,4 millones de pasajeros en el primer semestre de 2013, frente a los 13,3 millones de las compañías tradicionales. Esto supone un aumento del 3,2% con respecto al mismo periodo del pasado año y las coloca a la cabeza del tráfico aéreo con el 53,7% de los vuelos realizados entre enero y junio frente al 46,3% de las convencionales.