Cabo de Palos es el sitio perfecto para una escapada veraniega. Calas, buena gastronomía, deporte y ocio en una pequeña localidad al comienzo de La Manga del Mar Menor.
Recientemente hemos visto la noticia de la muerte de Tomás Maestre, el ‘padre’ urbanístico de La Manga del Mar Menor situada en la región Murcia. Una lengua de arena de 21 kilómetros de longitud que se extiende desde Cabo de Palos hasta las Salinas de San Pedro del Pinatar y que se ensancha y se estrecha a capricho de la naturaleza entre los 100 y los 1200 metros. Esta ‘manga’ separa el Mar Menor del Mar Mediterráneo o Mar Mayor, como gusta llamar a los locales. Impresiona ver las imágenes de una Manga sin urbanizar (abajo a la izquierda) pero más lo hacen las imágenes actuales que muestran centenares de edificios de todas las alturas pegados los unos a los otros convirtiendo este enclave en un monstruo del turismo. (abajo, a la derecha).
Es cierto que algunas semanas de verano puede parecer eso un infierno pero si evitamos el caluroso mes de agosto, la saturación de gente y vehículos no es tanta. Al ser una zona tan extensa (a lo largo) se puede encontrar zonas en las que se puede estar tranquilamente en la playa. Además las características del lugar permiten a cada uno elegir un tipo de baño en el mar que prefiera: que quieres caldoso y que no cubra, vete al Mar Menor a cualquier parte; que quieres más fresquito (poco más) para nadar o que los niños tengan sitio y olitas con las que jugar, cualquier zona del Mediterráneo; que quieres escapar del bullicio, busca cualquiera de las calas que hay antes de meterte de lleno a La Manga… Y todos tan contentos.
También hay posibilidad de hacer deporte. El Mar Menor es escenario perfecto para los amantes del windsurf, kyte-surf y wakeboard, gracias a su poca profundidad y al viento casi constante . Hay varios sitios donde alquilan el material y numerosos cursillos para iniciados. Y si lo que te gusta es el submarinismo, el puerto de Cabo de Palos tiene muchos clubs de buceo donde ofrecen desde salidas para visitar la zona protegida de Islas Hormigas hasta bautismos en el mar. Opciones sin duda para todos los gustos.
Eso sí, si vas a La Manga en los meses de julio o agosto y te alojas más allá del kilómetro cinco, olvídate de coger el coche así como así. Durante las mañanas y a última hora de la tarde el tráfico es horroroso ya que únicamente tiene dos carriles de entrada y dos de salida por lo que las retenciones son habituales. Y por las noches, amigo bebedor, deja el vehículo aparcado porque los controles de la Guardia Civil no se limitan a los fines de semana.
En mi opinión, la mejor zona de La Manga está fuera de La Manga. Y es que sin tener que entrar en estos veinte kilómetros de hoteles, edificios y chiringuitos tenemos Cabo de Palos, donde puedes encontrar de todo para pasar unos buenos días de veraneo: playa, calas, chiringuitos, alguna ruta para darte un buen paseo, buena comida acompañado de la brisa del mar, bares de tapeo, pubs y hasta discotecas. Los ingredientes suficientes para volver descansado y con sensación de haber disfrutado.Para empezar, el baño. Puedes escoger entre playa, cala o directamente roca. En esta imagen de murciaturistica.es se pueden ver todas las playas del Mar y Menor y La Manga.
Nosotros empezaremos por la playa de Levante que es el primer pedazo de Mangaque parte desde el Faro de Cabo de Palos. Una playa agradable y que no llega a llenarse casi nunca, suele tener algas en la orilla pero una vez que te metes al mar se te olvida todo. A partir de la playa de Levante y hasta el parque natural de Calblanque (imprescindible visitar) nos encontramos con distintos enclaves donde disfrutar un buen baño.
Dos de mis sitios favoritos son La Galera y la cala de las Escalerillas. El acceso al mar no es muy cómodo y evidentemente son zonas donde no cabe mucha gente pero como vayas un buen día de junio te puedes pegar unos baños espectaculares. La zona del Cañonero (cuyo verdadero nombre desconozco) frecuentada por cuadrillas es de difícil acceso y no tiene sitios cómodos donde tumbarse porque son todo rocas pero echarte al agua y verte automáticamente rodeado de pececillos sin nada delante en el horizonte, no tiene nombre.
Una vez pasado el puerto de Cabo de Palos está Calaflores, nombre de la urbanización y que también ha adquirido la cala. En verdad son dos pequeñas calas que (lo de siempre) excepto en agosto, suele estar tranquila y ocupada únicamente por los vecinos de la zona que además son bastante vagos y no suelen llegar antes del mediodía. Un baño en la cala de Calaflores a las diez de la mañana es sinónimo de paraíso. Creerme.
Antes de llegar al parque nacional de Calblanque tenemos está la Cala del Descargador y Cala Reona. La primera es muy utilizada por buceadores para salir a sus excursiones. Hay que tener cuidado con el fondo porque hay mucho erizo y puedes salir magullado. La segunda tiene sus días. A veces está a reventar y otras veces deliciosamente vacía. Para los que les guste el rollito ibicenco, abrieron hace un par de años un local en su parte izquierda con grandes terrazas y donde el personal se menea mojitos en mano a ritmo de house ligerito. Cala Reona es además el punto desde donde parte un sendero que lleva hasta Calblanque.
Es un paseo no muy largo, con unas vistas espectaculares y que merece la pena hacer aunque en algún que otro tramo el camino deja un poco que desear en cuanto a seguridad. Esta primera parte del post ha estado dedicada a las calas, playas y demás sitios donde disfrutar del mar. Otro día hablaremos de arroces, chopitos, chiringuitos con granizados de ron con limón, locales donde dejarse ver y muchas cosas más.