Por Gonzalo de las Heras

Pocos planes hay mejores si te gusta el turismo y la moto que viajar a lomos de tu máquina en buena compañía. Además, no es extraño que las carreteras más agradables para ser surcadas suelan recorrer paisajes extraordinarios, como grandes cadenas montañosas o costas accidentadas. Por eso, no sólo hay que decidir el destino, sino que también hay que tener en cuenta el camino. Si te has planteado un viaje sobre dos ruedas, aquí va una decena de consejos basados en la experiencia. No están todos los necesarios para garantizar un buen periplo, pero igual alguno te sirve para facilitarte el disfrute de la carretera.

1. En cualquier caso, antes de salir, revisa la moto. Es obvio, pero saltarte este consejo es el que puede causarte más arrepentimiento cuando ya sea demasiado tarde. Sigue el mantenimiento previsto y sé consciente del estado de los neumáticos. Si vas a hacer muchos kilómetros puede que necesites unos más turísticos. Negocia con el taller que te guarden los usados si aún no están gastados por completo. Ten en cuenta que dos semanas de carreteras de montaña pueden ser letales para casi cualquier goma, por duradera que sea. Hazme caso y te ahorrarás tener que cambiar un neumático en Suiza, una experiencia que no me gustaría tener que repetir antes de que me toque la lotería.

2. Sé realista con el cálculo de kilómetros diarios. Hacer 400 kilómetros en Los Alpes o Los Pirineos te llevará más tiempo que hacer 1.200 de autopista. Con un smartphone o un pequeño portátil es relativamente fácil ir reservando por internet de un día para otro. Si buscas en una zona, pero no en un pueblo concreto, puedes encontrar alojamientos realmente baratos. Ser flexible te hará ahorrar dinero, y añade al viaje cierta sensación de ‘descubrimiento’ que lo hace aún más interesante.

3. Si vas a repostar fuera de España, es posible que necesites que tu tarjeta sea de código PIN, pues en algunas estaciones de servicio no hay personal, y es la única manera de conseguir combustible. En algunos países, las gasolineras cierran en domingo, y en las zonas rurales a veces escasean.

4. Si necesitas ganar espacio extra, puedes envasar al vacío la ropa en bolsas para compactarla hasta límites casi insospechables. De esta forma, además, te aseguras de que llegará seca al destino. Si con las maletas de tu moto no es suficiente para el equipaje, las bolsas de lona que se usan para barranquismo son realmente estancas y relativamente fáciles de estibar. El material que compres en tiendas de deporte suele ser de la misma calidad que el de las tiendas de ropa para moto, y habitualmente bastante más barato. Como el equipaje va ganando volumen con el paso de los días (nunca se doblan las cosas tan bien como en casa), otra opción es llevar camisetas viejas que no te dé pena ir abandonando por el camino. Otra posibilidad, a la que a veces conviene recurrir, es enviarse a casa cosas por correo para hacer espacio. Suele ser barato.

5. Un antirrobo de cable, como los que se usan para las bicicletas, puede servirte para dejar el casco y/o cazadora atados a la moto mientras das un paseo o comes tranquilamente en una terraza.

6. Si vais dos en una moto (o más de una moto), los intercomunicadores permiten charlar en marcha. Incluso pueden emparejarse con el teléfono y hacer la función de manos libres o permitirnos escuchar las indicaciones del GPS.

7. Una riñonera en la espalda del piloto es uno de los sitios más cómodos para que el copiloto lleve (y controle) esas cosas que se pueden necesitar en marcha, o en un peaje: monedas, tarjeta, el móvil… En cualquier caso, que no sean bultos que se nos puedan clavar en caso de caída.

8. Si vas a llevar cámara de fotos, asegúrate de que sea resistente al agua. Eso te permitirá llevarla colgada al cuello como si fuera una medalla y así tenerla siempre a mano.

9. Lleva ropa que pueda ser dividida en capas y complementos que puedas combinar entre sí. Es mejor una chaqueta no demasiado gruesa con una chaqueta interior que puedas quitar o poner, o incluso vestir una vez que bajes de la moto. Lo mismo se aplica para manos: sotoguantes, braga fina, braga gruesa… en función del clima. La ropa más elaborada suele tener forros que pueden ser añadidos o quitados según la temeperatura y ventilaciones con cremalleras para facilitar el paso del aire. La ropa deportiva, con tejidos técnicos que secan fácilmente, también es bastante práctica. Planteate también llevar dos pantallas para el casco, una de ellas clara por si anochece y todavía estás en la carretera.

10. Una red elástica (pulpo) alrededor de las maletas o del baúl puede servirte para sujetar cosas mientras paras (esos guantes en lo alto de un puerto que se los lleva el viento), o, por ejemplo, llevar cosas al aire para que se sequen después de haber llovido. Otra idea es llevar una bolsa (por ejemplo, una mochila sobredepósito) con todo aquello que no debas perder por su valor, para sólo tener que cargar con un bulto cuando te alejes de la moto.