Hoy se ha conocido el equipo español de Copa Davis que va a jugar la eliminatoria ante Estados Unidos del 14 al 16 de septiembre. David Ferrer, Nicolás Almagro, Marcel Granollers y Marc López serán los encargados de batirse en duelo con los norteamericanos. Cuatro grandes jugadores. Pero a todos nos falta algo. Todos echamos en falta a uno de los nuestros, a uno de esos tenistas irrepetibles. Se llama Rafael y se apellida Nadal Parera. Es el mejor jugador de la historia de este país y su maldita rodilla le va a tener apartado de las pistas, casi con toda seguridad, lo que resta de año.
Toni Nadal ha reconocido a IB3 que para una hipotética final de Copa Davis llegaría muy justito. Es decir, no solo dice adiós a la eliminatoria de Gijón sino que también lo hace a los Masters 1.000 de Shanghai y de París y también a la Copa Masters, por no hablar de esa posible final en busca de la ensaladera. Malo para Rafa y malo para este deporte.
Porque el tenis necesita a Nadal. Necesita al tenista que hace poco menos de un año, en una gran final ante Djokovic, jugó uno de los mejores sets de los últimos tiempos ante el serbio en la final del Abierto de Estados Unidos. El español se empeñó en homenajear al tenis con el mejor nivel que se recuerda en mucho tiempo. Por eso este deporte necesita a un deportista que lo lleva hasta el límite, dando el último aliento en cada punto, y que convierte cada una de sus grandes citas en un trocito de historia del tenis.
Pero no solo el deporte de la raqueta necesita a Rafa Nadal. Además de los aficionados, del resto de jugadores y de los organizadores lo necesita el deporte, lo necesitamos los medios de comunicación, los periodistas, los niños que ven en él un ejemplo fuera y dentro de las pistas. Este deporte puede vivir sin Rafa Nadal. Pero no hay ninguna duda de que el balear es de los que engrandecen el tenis año tras año.