Hay hormigas en mi casa.
Dentro también.
No lo entiendo.
Los pedacitos más dulces
ya están en el cole y
el más seductor,
se ha ido a currar hace como media hora.
Vienen y van,
suben y bajan y creo que me miran y
hasta me huelen.
Y parecen contentas.
Mucho.
Yo también.
Debe ser el amor.
Y el sexo.
Y su amor con sexo.
Y su sexo con mordiscos.
Y sus mordiscos
como las tortas de anís:
suaves
crocantes y
……………………….deliciosos.
*Del inédito “Poemas de la vida de un niño”.