Nunca hice extraescolares.
No había mucho dinero en casa; bueno, no había dinero en casa.
En cambio,
veía a ratos la tele,
bajaba a las escaleras de mi calle
o me quedaba con mi madre en la sala-cocina-salón-comedor.
Hoy pagamos por el judo
y mucho más por el inglés, el atletismo o la natación.
Pagamos para que nuestros hijos aprendan lo que nosotros aprendimos mirando.
Mirando al todo
y, sobre todo,
mirando a la nada.
MUAM
*Photo by @lalovenenoso