Entra Javi
y me pide los cincuenta céntimos que le faltan para una litrona.
Le miro
y sé que todo lo que tiene lo lleva encima
más un cachito del amor de Fátima
que le espera fuera.
Le miro
y sé que si no está en la cárcel está aquí y que si no está aquí, está en la cárcel.
Le miro
y sé que él vive cada vez más muerto
y yo, más cansada.
Se los doy.
Me abraza todo lo fuerte que puede
y se va.
Hay un cachito del amor de Fátima
que le espera fuera.
MUAM
*photo by @lalovenenoso