Salgo de la consulta
con ganas de cerrar las piernas
y remover un conleche.
Me leo de cabo a rabo
lo que me han regalado sobre el programa de detección precoz
de cáncer
de cuello
de útero.
Ahora sólo me queda esperar
y no alimentar las sagas
a las que somos tan adictos cuando un
torbellino urente
toca el timbre de casa.
*photo by @lalovenenoso