Ayer, mientras entrenaba sola, pensaba en qué se tiene que sentir teniendo
cinco pollas encima,
cinco que tú no has elegido,
cinco que pueden matarte.
De repente, me quedé sin música y empecé a oír sólo mi respiración y a correr más rápido.
Cinco pollas por delante y por detrás,
cinco que te van rompiendo por dentro,
cinco que pueden matarte.
Llegué a casa asfixiada.
Me dolía todo lo que ya me dolía antes y un poco más.
Cinco y
cero posibilidades de
…………………………………..sobrevivir.