Estudié con monjas.
No se me daba bien el solfeo y rezábamos el ángelus.
Hacíamos punto de cruz, dictados y francés en una pizarra con tizas blancas.
La profe de biología escribía con una pluma gordísima y ella era casi enana.
Sólo había tres chicos en la clase y uno se gustaba de mí.
Los otros, no lo sé.
Jugábamos a voley con un polo blanco y unos pantalones de chándal enormes y brillantes y casi no me crecieron las tetas.
Sólo deseaba que se me rompieran las gafas y ser un poco más alta.
No recuerdo nada más
pero creo que es
…………………………………………………….suficiente.