Estamos en la cola
y le dejo pasar.
Me dice que
gracias,
que lleva toda la mañana en la oficina de
empleo
y que se muere de hambre.
Ha comprado
una barra de pan
y un kilo de naranjas.
Al irse me sonríe
y yo allí me quedo:
abriendo bolsas,
cerrando mitos
y con algo de frío.
*photo by @laurentcastellani