Parece que fue ayer cuando era jueves, y sin darnos cuenta hemos llegado al final del Bilbao BBK Live 2012. El sábado partía en desventaja en comparación con los anteriores días. La falta de un claro cabeza de cartel (como lo habían sido The Cure y Radiohead) dejaba un pelín huérfana a la jornada final. Que no hubiera un líder claro no quiere decir que los grupos que actuaban fueran menos válidos. La asistencia fue menor y se notaba. Se podía caminar con tranquilidad, no como el viernes. El número de espectadores que acudió al festival el sábado fue 32.860 y el total de los tres días ha sido 109.178.
Tocar a las 6 de la tarde no es plato de buen gusto, pero Corizonas llenó el escenario 1 con su interesante apuesta. La combinación de los Arizona Baby y Los Coronas es todo un acierto y el show fue genial. Estuvieron comunicativos y animaron a la gente a creer en lo que quieran aunque los tiempos pinten duros. Sonaron increíbles “The falcon sleeps tonight“, “Run to the river“, “Piangi con me” o “I’m alive“.
Eli “Paperboy” Reed sonaron contundentes y entregados, con un líder que no paró quieto y una banda que sonó realmente bien. El público, algo perezoso, le costó moverse al escenario 2, pero finalizaron ovacionando al de Boston. Sin tiempo para descansar, el escenario 1 congregó al público para ver el concierto de los escoceses The View. Transmitieron gran frescura con su pop-rock, acelerado a ratos, y sin grandes florituras. A mí me faltó que tocaran “Street lights“, pero el set list fue muy acertado para la hora que les correspondía. Mención especial a Rubick, que desde la Carpa Vodafone y aún con la luz del día, supieron aprovechar la oportunidad que les daba este festival.
Glasvegas eran una de las apuestas fuertes del día. Ofrecieron un concierto con ritmos algo oscuros y duros, pero supieron calar en el respetable. Keane, uno de los grupos que más apetecían ver, no defraudaron. Son capaces de hacer un concierto de hit tras hit, con baladas y medios tiempos y sin aburrir. Su pop elegante, limpio y profundo gustó. No faltaron temas como “Everybody’s changing” y “Silenced by the night”. Supersubmarina podrían haber llenado dos Carpas Vodafone. El tirón de estos chicos es bestial y sonaron a gran nivel. Fueron una competencia dura para Glasvegas y su concierto tuvo de todo (incluso un “afectuoso” recuerdo a la señora Fabra). Más de un asistente comentó lo similar que resulta la voz del vocal a la de Pucho de Vetusta Morla.
Garbage demostraron, junto a Keane, por qué sus nombres eran más grandes que los de los demás en el cartel. Dieron un show contundente y a la altura de lo que se esperaba de ellos. Algunos de los temas que sonaron fueron “I Think I’m Paranoid“, “Blood For Poppies”, “Shut Your Mouth” o “Stupid girl“. Sum 41 cerraron muchas bocas de sus detractores con un bolo lleno de tralla e himnos. Han recuperado la frescura perdida en el anterior disco y supieron combinar temas nuevos y clásicos. El trío “The hell song“, “Fat lip” y “Still Waiting” hizo botar a todo Kobetamendi, al igual que temas como “In too deep”, “Mr Amstedarm” o “No Reason”. Tras los canadienses, el público parecía saciado pero el ritmo continuó hasta altas horas con los DJ de Independance o Nasty Mondays.
Esta edición quedará marcada por conciertos como el de Radiohead y el nuevo record de asistencia, pero todos los donostiarras recordaremos el “gabon Donostia” con el que salieron al escenario Vetusta Morla. La organización ha sido muy buena (como en otros años) y solo queda felicitar a toda la gente que lo ha hecho posible. El año que viene más y esperamos que aún mejor.
Fotos: EFE/Luis Tejido