El pasado sábado 1 de diciembre, los suecos The Hives le hicieron el amor a Madrid durante una hora y media y a la capital le gustó. Fue glorioso y épico, dos amantes que se entregaron hasta el final del show. Llegaban para presentar “Lex Hives” y La Riviera presentaba una entrada de 3.000 almas entregadas a la causa. Un frío intenso azotaba las orillas del Manzanares, pero la banda nacida en Fagersta fue una apisonadora que con los tres primeros acordes ya había puesto el mercurio de todos los termómetros por las nubes.

El concierto estaba programado para las nueve de la noche y con cinco minutos escasos de retraso comenzaba a sonar la intro. Chris Dangerous, batería, fue el primero en tomar posiciones y comenzar a tocar “Come on!”. El griterío se convirtió ensordecedor cuando apareció el resto de la banda. Todos uniformados de chaqué, Vigilante Carlstroem (guitarrista) con una copa de vino en la mano, Dr. Matt Destruction al bajo, Nicholaus Arson (guitarrista) enfatizando con las primeras filas desde el minuto 1 y Pelle Almqvist (cantante) agitando a las masas.

Enlazaron el primer tema de su nuevo álbum con “Try it again” y luego llegaron “Take back the Toys”, “1000 Answers” y la locura con el clásico “Mainf Offender”. Supieron introducir a la perfección las nuevas composiciones en el set list, intercalándolas con clásicos como “Walk idiot walk” o “No pun intended”. “My time is coming” suena infinitamente más salvaje en directo que en disco y “Wait a minute” ha calado fuerte en los fans. “Die alright!” y “Won’t be long”, con “I want more” entre ambas, fueron otra bomba más que no dio respiro al personal.

Uno de los momentos más especiales de la noche fue cuando tocaron “Hate to say I told you so“, un himno de los Hives. Tuvieron el detalle de dejar subir a un espectador para que tocara el bajo en el final del tema. “Abra cadaver” fue un regalo que nadie esperaba y con “Patrolling days” cerraron la primera parte del concierto.

El público, sediento de más rock, pudo saciarse con los tres temas que formaron los bises. “Go right ahead”, single de “Lex Hives”, fue con la que volvieron a las tablas. “Insane” fue el momento más frío del concierto, pero remontaron con el “Tick tick boom” final. Pelle estuvo muy comunicativo, esforzándose en hablar la mayor parte del concierto en castellano.

The Hives tienen su fórmula, saben hacer algo que nadie hace y lo saben hacer muy bien. Si los directos fueran lo que hicieron los suecos en Madrid, la música sería feliz. Están a un gran nivel y en un estado de forma envidiable. ¡Larga vida a los Hives!