Delicioso viaje en la nave de Loquillo y sus locos | 12 pulgadas >

Blogs

Ivan Castillo Otero

12 pulgadas

Delicioso viaje en la nave de Loquillo y sus locos

Si entendemos como época moderna los años posteriores al 2000, Loquillo ha publicado grandes discos como “Cuero español”, “Feo, fuerte y formal”, “Balmoral” o “Su nombre era el de todas las mujeres” (estos dos últimos en solitario). Pero lo mejor es que antes de esta fecha también lo hizo con los Trogloditas, en algunos álbumes para el recuerdo como “El Ritmo del garaje”, “La mafia del baile”, “Morir en primavera” o “¡A por ellos…! que son pocos y cobardes”.

Pese a tener toda esta lista de éxitos a sus espaldas, me atrevería a decir que en 2012 ha publicado uno de los mejores discos de su longeva carrera. “La Nave de los locos” es puro rock y buen gusto en diez canciones. Pilotando esta nave encontramos a la alineación de gala, la titularísima: Loquillo (voz), Sabino Méndez (letras y música) y Jaime Stinus (producción y guitarra). Este trío de eminencias está acompañado por Igor Paskual, uno de los mejores guitarristas del rock nacional, y los músicos Laurent Castagnet (batería y percusión), Santi Comet (piano, teclados y órgano), Josu García (guitarras, percusión y coros) y Alfonso Alcalá (bajo y coros).

El título del disco es igual que el de un cuadro de El Bosco. Actualmente se encuentra en el Museo del Louvre de París, bajo el título de La Nef des fous. Como curiosidad, otra banda de rock nacional como Los Suaves llamó “El Jardín de las delicias” a uno de sus discos, otro cuadro del mismo pintor flamenco.

La nave de los locos (sin novedad en el paraíso)” abre el disco, un rock and roll directo y con erre mayúscula. Este primer corte tiene una letra muy pegada a la actualidad y un estribillo peligrosamente pegadizo. Contundencia en “El mundo necesita hombres objeto” (también llamada “La ciudad de las mujeres”) y estribillo de perfecta melodía. Otra letra redonda y una de las mejores frases del disco: “al sexo escrito le ha vencido el sexo oral”. “Contento“, primer single del disco, es la tercera canción. Alegre power pop y, de nuevo, letra pegada a la vida real.

El cuarto corte es “Muñecas rusas“, cerca de los Kinks más marchosos y rockeros de “All day and all of the night” o “You really got me” y con otro estribillo de puro fuego, que, para este momento de la escucha, empieza a hacerse habitual y apetecible en el recorrido del disco. En “Paseo solo” y “Mi bella ayudante en mallas” baja la distorsión pero no la intensidad. Sugerente la letra de la primera (“me gusta meterme en tu ducha cuando tú estás dentro, me gusta sorprenderte por la espalda cuando no me ves. Clavarte en la penumbra de rodillas, de pie, en cualquier sitio, caer como un corsario en tu garganta y robar tu olor”) y tranquilidad relativa en la segunda, marca de la casa.

Subimos el volumen al llegar a “De vez en cuando y para siempre”, un tema para entrar en bucle. Melodía de viaje agradable y de las mejores del disco. Suena a los ochenta más potentes y melódicos, con un riff de guitarra impecable. “Planeta rock” va de menos a más, comienza bien pero termina mejor. Estrofas sencillas y claras, una canción que no engaña y con otro estribillo de libro. “Abriros a vuestros sueños, abrazad ese lugar”, y no perdáis de vista esta canción.

Luna sobre Montjuïc” es otra canción marca de Loquillo, le va como anillo al dedo. Un loco más íntimo y un tema que podría haber encajado entre los poemas de “Su nombre era el de todas las mujeres”. Cierra esta obra de arte la “Canción de despedida“, con colaboración estelar de Mikel Erentxun. Lo cierto es que el donostiarra se encuentra comodísimo en el tema que le propuso a última hora el Loco. Dan las gracias con esta canción, pero las gracias se las damos nosotros por semejante disco de rock.

Esperamos que la clásica combinación de Loquillo y Sabino no sea flor de un disco. Las ecuaciones perfectas dan resultados superlativos, a las pruebas me remito. Gracias por el rock, Loco.

Música, entre otras cosas

Sobre el autor

Donostiarra de nacimiento y medio coruñés por parte materna. Periodista por vocación. Mi abuela Juana vendía la prensa en un kiosco y la llamaban «la periodista»; así que soy el segundo de la familia que trabaja en el mundo de la comunicación. San Sebastián, Bilbao, Madrid y, ahora, A Coruña. Siempre estoy leyendo algo. Me gusta el rock y tuve un grupillo. Me interesa la historia. Sigo el calendario ciclista de pe a pa, y del fútbol soy de la Real Sociedad. También hago fotos.


febrero 2013
MTWTFSS
    123
45678910
11121314151617
18192021222324
25262728