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Ivan Castillo Otero

12 pulgadas

Dcode 2013: Franz Ferdinand y todos los demás

Dicen que el hambre agudiza el ingenio, y algo así ha sucedido con el Dcode. En su tercera edición, ha tenido que reinventarse en una sola jornada; la crisis no perdona. Ha sido la mejor decisión que podían tomar, aunar fuerzas en un día y no grupos dispersos en dos. Días antes se colgó el cartel de no hay billetes.

Fueron 25.000 personas las que hicieron temblar a base de bailar y saltar el Complejo deportivo Cantarranas de Madrid. Nada más terminar de comer, muchos acudieron a hacer cola. Pese a ello, las primeras bandas contaron con menos de media entrada. Fuckaine tuvo que lidiar con ello y Varry Brava fueron los primeros en tener unos cuantos miles de personas durante su actuación. Tras ellos, Izal sonaron francamente bien y engancharon desde el primer minuto. John Grant, primer nombre extranjero, hizo un concierto correcto y tranquilo, pero a su misma hora The Hot Soles dieron un recital que me lo eclipsó. Son un dúo inglés, guitarra y batería, que desplegaron toda su energía en el corto espacio de tiempo que tenían. Mucho rock y tralla. Hay que seguirlos de cerca.

L.A. sonaron bien, pero no pasarán a la historia por su show en este festival, y los italianos Giuda repartieron guitarrazos en el escenario más modesto con buena aceptación. Sin tiempo para descansar para todos los que llevaban bajo el sol desde las cinco de la tarde, subieron al escenario los barceloneses Love of Lesbian. Fue el primer llenazo del Dcode 2013, con un personal entregado y coreando todos los temas. Es una banda que conoció el éxito tras siete discos y muchos conciertos en garitos pequeños, y eso es de admirar. Su recital, en lo que a lo musical se refiere, fue correcto; pero esto no quita que sean bastante justos. Están sobrevalorados, una banda que en ligas foráneas sería de media tabla para abajo. Muchas letras mezclan frases incoherentes que no dicen demasiado y las melodías son aceptables cuando invitan al baile y escasas cuando son más tranquilas. El inicio fue lento y pilló a todo el mundo algo dormidos. Condensaron sus temas más conocidos, como “Me amo” o “Club de fans de John Boy”, en la hora que tenían. Contaron con la colaboración de Eva Amaral en “Segundo asalto”.

Foals sonó más contundente que los anteriores y recordaron que llevaban muchos años sin pasar por España. A ratos algo repetitivos. Vampire Weekend tuvieron un gentío ante sí y no decepcionaron. Personalmente, muchos temas me parecen similares, pero tienen una fórmula y funciona. Su ska y pop con muchos toques ha conseguido llegar y todos vibraron con “Spanish Sahara”, “Inhaler” o “Providence”. Estuvieron mejor que en el Bilbao BBK Live. Se me escapó algún bostezo, disipado con los potentes inicios de canción que se gastan.

Amaral fue la banda nacional que a mejor nivel estuvo. Fue su único concierto en España en todo el año 2013 y el último antes de encerrarse en el estudio para grabar una nueva referencia. A Eva se la vio entregada y emocionada; alguna lágrima asomó por su rostro. No soy fan de la banda, pero demostraron qué es un concierto serio y potente al otro grupo nacional de postín que ocupaba una plaza en la cabeza del cartel. Abrieron con “Hacia lo salvaje”, “Kamikaze” y “Hoy es el principio del final”; potencia a raudales en un inicio perfecto. “El universo sobre mi” o “Esperando un resplandor”  (precedida por un sorprendente y agradable discurso anti taurino) bajaron algo la intensidad de las guitarras. Con “Estrella de mar” trajeron al presente un tema añejo del dúo zaragozano, que suena mejor tras años de evolución. Tuvieron tiempo para un corte de su próximo disco, llamado “Unas veces se gana y otras se pierde”, y se marcharon con “Revolución”. Muy serio concierto.

Llegó  la hora de Franz Ferdinand, el plato fuerte del festival. Los escoceses, con disco nuevo bajo el brazo, son un éxito seguro en cualquier tipo de recinto. Se mostraron muy comunicativos en la hora y media que tuvieron y el público no dejó de saltar y bailar. Abrieron con “No You Girls”, una versión acelerada de “Right Action”, “Do you want to” y “Tell Her Tonight”. La nueva “Evil Eye” dio un descanso a los tobillos del personal y “The Dark of the Matineé” subió la intensidad de nuevo. Las nuevas pillaron un poco más frío a los espectadores, pero “Walk Away”, “The Fallen”, “Michael”, “This Fire” o “Take Me Out” siguen sonando como un tiro. “Love Illumination” promete ser un fijo en directo y “Ulysses” cerró la primera parte del concierto. Volvieron para tocar tres temas más: “Jackeline”, “Treason! Animals” y “Outsiders”, esta última con un solo de batería en el que colaboraron los cuatro integrantes de la banda. No han innovado demasiado y hacen bien lo que saben hacer, que eso también es un logro. Los años vienen y van, y ellos no defraudan. Están sabiendo madurar de lujo.

Quedaban aún más actuaciones, pero gran parte del público desfilaba en busca de un taxi. La organización fue buena. Tal vez estaría bien que, antes de agrandar el aforo, aumenten el recinto. Mucha gente para pocos baños, me entienden. Por lo demás, un sobresaliente para este Dcode en todos los aspectos. Un festival que ha sabido entender los tiempos que corren. Esperamos cartel para el 2014.

Música, entre otras cosas

Sobre el autor

Donostiarra de nacimiento y medio coruñés por parte materna. Periodista por vocación. Mi abuela Juana vendía la prensa en un kiosco y la llamaban «la periodista»; así que soy el segundo de la familia que trabaja en el mundo de la comunicación. San Sebastián, Bilbao, Madrid y, ahora, A Coruña. Siempre estoy leyendo algo. Me gusta el rock y tuve un grupillo. Me interesa la historia. Sigo el calendario ciclista de pe a pa, y del fútbol soy de la Real Sociedad. También hago fotos.


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