La vez que he reproducido el vídeo que protagoniza este artículo por última vez, tenía 79.492.368 visitas. Este no es otro que el “Can’t Remember to Forget You” de Shakira, compartido con Rihanna. Antes de nada, hablaré de la comparsa del clip: reconozco que una actuación en directo por televisión de la cantante de Barbados es lo más flojo que he visto en mi vida. En cuanto a la colombiana, es indudable que tiene un registro de voz muy característico, del que lleva viviendo años. El tono no es el problema; las canciones son el lastre.
Cuando una composición es buena, no necesita ni videoclip. Se vende sola, siempre hay consumidores de buena música que navegan para ver qué va saliendo por aquí y por allá. Claro, vas a ingresar mucho más con un asco de tema en el que la carne es el plato principal y la música es lo secundario. Hubo un tuit a Alejandro Sanz que me hizo mucha gracia, publicado por un usuario de Twitter con chispa a raíz del disco La música no se toca. Le venía a decir algo así como “la música no se toca y la tuya ni con un palo”. Hablo de memoria, pero es extrapolable al asunto de estas dos mujeres.
Volvamos al “Can’t Remember to Forget You”. Lo único que he escuchado sobre el tema es que en el vídeo salen muy explosivas y algunas cuantas burradas que no vienen al caso. ¿La canción? Pues eso, canción por decir algo. A Shakira la vemos en la cama con poca ropa, marcándose un tapado de senos con el pelo y moviendo muy sugerentemente (ironía) las caderas. Tenemos una escena algo grotesca en la que las dos se fuman unos puros -abierta a todo tipo de bromas- y un simulacro de fornicar con unas paredes. Por si fuera poco, aún les queda tiempo para que retocen juntas en una cama y luego Shakira toca durante los segundos finales la guitarra y la batería. Les diré que esto último desentona un montón.
Me parece genial que si están estupendas (o aunque no lo estuvieran) muestren sus encantos a todo el mundo; cada uno es libre de hacer con su cuerpo lo que quiera, aunque Gallardón y sus cejas no lo sepan. Pero creo que todos sabemos que si el tema valiera algo, lo sonoro tendría más peso visual en la pieza final. Queen, unas de las bandas cumbre de la historia de la música, grabaron el videoclip de “Bicycle Race” con protagonismo de muchachas en cueros durante gran parte del mismo. Lo que pasa es que, cogiendo un fragmento del refranero popular, la comparación de estos ingleses con el tema central del artículo les queda como a un Cristo dos pistolas.