Cuando tenía quince años no me habría creído esto. Robe Iniesta, líder de Extremoduro, recogiendo un premio en Extremadura: de locos. Recuerdo una entrevista de hace unos años en Plasencia, la localidad que lo vio nacer, en la que decía que lo mejor que podían hacer los grupos extremeños era irse de allí si querían salir adelante.
De alguna manera veo en todo esto cierto grado de incoherencia, pero por el otro lado entiendo que mucha gente de aquella comunidad autónoma quería rendirle un merecido homenaje y él ha aceptado de buen grado. El que escribiera “Villancio del rey de Extremadura” y estuviera vetado junto con su banda por esos lares dando la mano a Monago. Ver para creer. Les dejo con el discurso que dio. La petición de los locales para chavales es muy extrapolable a otras ciudades. Ahí lo dejo.