Rubén Pozo Prats es un madrileño nacido en Barcelona, músico y, desde que la ecuación Pereza lo decidieron, cantante en solitario y bajo su nombre. Sí, tal vez no sea el más virtuoso de la escena musical ni un poeta, pero es muy agradable de escuchar y en sus letras consigue que muchos vean sus miserias y sus alegrías reflejadas.
Su salto mortal a la escena de forma individual tuvo nubes y claros. El disco gustó mucho, el trabajo estaba bien hecho pero en muchos sitios palmaron pasta y tuvo que reinventarse. Dejó de ir a todos los lados con la banda y se metió en el coche con un par de guitarras para recorrerse la península en acústico. Fue un éxito, todo el papel vendido en los garitos a los que iba a dar su recital. De vez en cuando podía permitirse la banda y lo pasaba como un enano. Hizo un ejercicio realista y necesario en un país en crisis que fue un acierto.
Ha pasado tiempo y ya tiente listo su segundo álbum en solitario. Se llamará En marcha y ha adelantado la canción “Me quieres destrozar”. ¿Cómo es la composición? Es una de esas cancioncitas marca de la casa de este pequeño muchacho. No tiene madera de hit de verano pero sí es espontánea, directa, pegadiza y con una melodía que le va como anillo al dedo. Necesita dos o tres escuchas, no entra como “Pegatina” o “Rucu Rucu”. Es de esos temas que llegan con lo que llaman la madurez del artista. Veremos qué tal está el resto del redondo. Rubén Pozo, un tío normal y humilde. Un músico de los que te habla mirando al suelo y sin grandes parafernalias. Me gustó conocerlo. Bienvenido de nuevo, flaco.