Grandeza y paradoja del Atletismo. Es la diferencia entre hacer lo que todo el mundo espera, por muy gordo que esto sea, y hacer lo que nadie imagina.

Usain Bolt sumó su segundo oro individual (a la espera del 4×100 colectivo), subió un peldaño más en su legado para la historia, se erigió con noventa años de adelanto en un serio candidato a “atleta del siglo XXI”, y, sin embargo, el protagonista atlético del día fue DAVID RUDISHA, ese monumento andante, esa figura ahora eterna, que galopó en solitario durante dos vueltas a la pista con electrizantes zancadas de ensueño forjadas en arte y antología.

En cien segundos y noventa y una centésimas de magia Rudisha batió el récord mundial que él mismo atesoraba, se convirtió en el primer atleta que rompe el muro del 1’41” (31 años después de que Sebastian Coe rompiera el del 1’42”) y pasó a ser el campeón olímpico de su familia, tras la medalla de plata ganada por su padre en los relevos de 4×400 en México’68. Hasta ayer, hasta esa medalla de oro, el gran Rudisha –plusmarquista mundial y campeón del mundo– mantenía a su padre como “el bueno” de la familia. ¡¡¡Viva el Atletismo!!!

David Rudisha ya había demostrado estos últimos años (pinchar aquí y aquí) que tenía recursos para hacer ese registro, pero no ASÍ y no AHÍ. Correr 800 metros en solitario, con parciales de 49”28 y 51”63, y hacerlo a estas alturas en una final olímpica, parecía ciencia ficción hasta hace veinticuatro horas. El precedente más cercano nos remonta a 1976, a los Juegos de Montreal, y lleva el nombre indeleble de Alberto Juantorena, campeón olímpico y plusmarquista mundial en una carrera parecida… pero tres segundos y medio menos rápida.

Interrogantes para el futuro: ¿qué marca tiene Rudisha en las piernas? ¿1’40”5? ¿1’40”? ¿1’39”5?…

En fin, que sí, que Bolt y Bolt y más Bolt, yo soy el primero en rendirme a todo lo que está consiguiendo Usain Bolt; y seguiré escribiendo y destripando con datos sus proezas. Pero ayer, nueve de agosto de 2012, Rudisha, el gran DAVID RUDISHA, nos marcó la retina a generaciones enteras de aficionados a este bello y maravilloso deporte llamado ATLETISMO.