>

Blogs

Cecilia Casado

A partir de los 50

Planes de futuro (Por LaAlquimista)

 

"Autorretrato". Francis Bacon

La llave hurga en la cerradura con el arañazo acostumbrado y sigue el portazo cotidiano, es la señal de que ella ha llegado ya y él vuelve a preguntarse qué oscura ira provoca esa forma de entrar en casa, empujando como un ariete enfadado, un aire turbio y frío que viene a instalarse sobre su realidad. La saluda rápido con la fórmula pacificadora –“hola, cariño, ¿ya de vuelta?”, aunque él sabe que no tendrá a cambio más que un gruñido o ruido similar.

Sentado, casi encogido, en el trozo de sofá más cercano a la ventana, ya envuelto en la penumbra del atardecer, él desearía volverse invisible para no tener que excusar su existencia frente a la mujer que ahora trajina en la cocina, depositando bolsas, abriendo y cerrando armarios con tal estrépito que se diría que los abre con los dientes y los cierra con los pies.

Ha pasado un día apacible entre el portazo de la mañana y el portazo de la tarde. No se acuerda muy bien de qué ha comido, ni siquiera de si ha comido, pero no tiene hambre ahora. Poco importa lo que haya imaginado o soñado, ella no se lo preguntará y él no se atreverá a sugerir la posibilidad de contarlo. Es un paréntesis íntimo, casi ocho horas en las que el mundo existe sólo para él, un minúsculo universo de menos de ochenta metros cuadrados, con tres ventanas, el pequeño balcón y las paredes, los techos, los suelos que le protegen del espacio agresivo y exterior.

Cuando cumplió cincuenta y cinco años empezó a contar los meses que le quedaban para la jubilación anticipada que se había propuesto solicitar, llenó su mente de proyectos, visitó las agencias de viajes y se hizo con una cantidad desmesurada de catálogos de viajes exóticos, rehizo una y otra vez los cálculos de la pensión que le quedaría, sumó los ahorros y pensó intereses, habían sido finalmente cuarenta años de duro trabajo, de pagos continuados, de pequeños y grandes sacrificios para cuando llegara la jubilación, entonces disfrutaría de un merecido descanso junto a su esposa, seguro que a ella le encantaría volver al pueblo a pasar los años que quedasen en la casa de la infancia, tan bonita, tan llena de recuerdos.

Hay un agujero ahora instalado entre él y sus recuerdos.
Y el silencio.

Laalquimista

Para ver más: www.apartirdelos50.com

Filosofía de Vida y Reflexiones. Lo que muchos pensamos dicho en voz alta

Sobre el autor

Hay vida después de los 50, doy fe. Incluso hay VIDA con mayúsculas. Aún queda tiempo para desaprender viejas lecciones y aprender otras nuevas; cambiar de piel o reinventarse, dejarse consumir y RENACER. Que cada cual elija su opción. Hablar de los problemas cotidianos sin tabú alguno es la enseña de este blog; con la colaboración de todos seguiremos creciendo.


noviembre 2009
MTWTFSS
      1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
30