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Cecilia Casado

A partir de los 50

No quiero estar enferma

   

Los psicólogos dicen muchas cosas raras que suenan a chino para el común de los mortales pero a veces dan en el clavo. Una de estas ‘perlas cultivadas’, es que la mente puede originar multitud de enfermedades reales que afecten al cuerpo. Luego tú te lo crees o no te lo crees, pero cuando miras a tu alrededor tienes que pararte a reflexionar por fuerza.

¿Acaso las personas felices no enferman? Pues claro que sí, pero alguien que soporta tensiones psíquicas o dolores en el alma es caldo de cultivo para todas las flaquezas habidas y por haber. Así en la mujer el cáncer de mama y el de ovarios tienen relación más que directa -en un porcentaje altísimo-, con la infelicidad, las pocas ganas de vivir y la insatisfacción. Y no digamos ya un cuadro depresivo que viene de la mano de patologías bien identificadas, y poca gente se da cuenta de que lo que puede ‘deprimir’ es estar solo, sin nadie que te abrace o te rasque la espalda.

Necesito que todas mis enfermedades estén encuadradas dentro de patologías médicas comprensibles y definidas; es decir, que si he fumado durante cuarenta años, vale, pues acepto deterioro en los pulmones. O si el trabajo me obliga a posturas forzadas aceptaré que mis huesos se desvíen de su camino o se atrofien. Pero de ahí a permitir que la angustia me cause un carcinoma, que el desamor me lleve al quirófano, que la traición de un ser amado haga que se me caiga el pelo o, mucho más común, que la vida y las gentes me resulten indiferentes y para poder levantarme por las mañanas tener que estar colgada de la medicación, hay un paso enorme. Un abismo al que no pienso saltar.

No quiero estar enferma. Así que ya sé lo que tengo que hacer. Y lo que no.

En fin.

LaAlquimista

Foto: Amanda Arruti

Filosofía de Vida y Reflexiones. Lo que muchos pensamos dicho en voz alta

Sobre el autor

Hay vida después de los 50, doy fe. Incluso hay VIDA con mayúsculas. Aún queda tiempo para desaprender viejas lecciones y aprender otras nuevas; cambiar de piel o reinventarse, dejarse consumir y RENACER. Que cada cual elija su opción. Hablar de los problemas cotidianos sin tabú alguno es la enseña de este blog; con la colaboración de todos seguiremos creciendo.


abril 2010
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