El pasado domingo en la isla redonda el fútbol se convirtió en una felicidad sublime y en patrimonio de la afición amarilla y de todos los estamentos de la U.D. Las Palmas. Y todo esto a cuenta de un ascenso muy merecido pero también agónico ya que el gol que ponía a los pío pío en la mejor liga del mundo llegó en el minuto 85 cuando Viera – el Romario canarion- aprovechó una salida a destiempo del portero Bono y le robó la cartera con la testa a David García, la acrobática chilena Aythami terminó con el balón rodando por todo el larguero para que el más listo, el más espabilado, el que está en todos los balones sueltos, el ‘chino’ Araujo la colara en la portería maña y provocara una explosión de júbilo en todo el graderío amarillo.
Paco Herrera apostó por la veteranía y acertó, ya que el encuentro que se jugaba pedía marcar dos goles y mantener la portería a cero . Tomó la decisión de colocar en la portería a Casto, portero con galones y más acostumbrado a estas finales. David Simón, David García, Aythamy, Angel, Javi Castellanos, Roque, Culio, Asdrubal, Araujo, y Jonathan Viera completaron la alineación. Filosofía canaria, ni más ni menos: ocho jugadores canariones más tres mejores que lo que tenemos en casa: Casto, Culio y el ‘chino’ Araujo. Cuando comenzó a rodar el balón se vio quién quería ascender. La U.D. Las Palmas lo demostró con una gran interpretación del juego a desarrollar y con dos abastecedores de balones a las espaldas de los centrales maños. Araujo trajo en jaque a la defensa zaragocista y para los maños fue un auténtico dolor de cabeza durante todo el encuentro. Estamos ante un jugador diferente y con un futuro muy prometedor. En el aspecto defensivo y desde Javi Castellanos hacia atrás, el equipo fue un auténtico valladar y tanto en el primer como en el segundo acto el portero Casto fue un mero espectador. Aunque también hay que reconocer que con el cero a cero en el marcador, entre Culio y el larguero devolvieron el balón al campo tras un saque de esquina. ¡Qué sudor más frío recorrió la frente de los 28.500 espectadores canariones! El resto fue un dominio apabullante de los entrenados y dirigidos por Paco Herrera.
El último ascenso a Primera División se logró en la temporada 1999-2000 de la mano del croata Sergio Kresic. Los pío pío se proclamaron campeones de Segunda División tras ganar al Elche (4-1) en la última jornada en un encuentro disputado en el antiguo Estadio Insular. Fue una tarde inolvidable y apoteósica. Los aficionados saltaron al terreno de juego para festejar el ascenso y aquel día debutó también un fantástico futbolista como lo fue Jorge Larena.
Y ha que destacar también a la afición canariona, ya que lo mismo que las olas acarician la arena de las canteras los aficionados amarillos se desplazaron en oleadas desde el antiguo y hoy parque Estadio Insular hasta el campo de Siete palmas. Lo hicieron con fervor, ilusión, sentimiento, pasión y no dejaron nunca solo al equipo. Ya lo demostraron en el recibimiento a las tres de la madrugada que dieron al equipo tras llegar de Zaragoza con un tres a uno muy difícil de superar. Pero ellos creyeron y así les salió. Con el pitido final todo la felicidad se desbordó y los aficionados mantuvieron un comportamiento ejemplar con las bufandas y banderas al viento y cantando sin cesar el: «soy de Las Palmas, el amarillo de la camiseta es el color de la arena de las canteras y el azul del pantalón es el ancho océano que nos rodea». Así que el próximo curso veremos el buen gusto por el toque y por la continuidad en el juego de esa universidad que siempre fue el fútbol canario de los malogrados Tonono, Guedes y los porteros guipuzcoanos Oregi y Ulacia. Gano el fútbol con el ascenso de un mítico: la U.D. Las Palmas. Felicidades