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Alfredo Del Castillo

Desde mi banquillo

Un Barcelona, ¿imbatible?

Amigos lectores, después del extraordinario partido de fútbol jugado por el equipo de Luis Enrique en el Santiago Bernabéu, ridiculizando a todo un Real Madrid lleno de estrellas futbolísticas y goleándole por cuatro goles a cero, la euforia se ha disparado en todos los aficionados culés y están muy subiditos. El rendimiento ofrecido por el equipo culé en el templo madridista maravilló a millones de espectadores televisivos y en la retina de muchísimos de ellos están aún los tres títulos conseguidos en el curso anterior. Por ello están muy seguros de volverlo a repetir esta temporada.Aseguran que no tienen rival para la liga 15-16, aunque también es muy cierto que solo vamos por la jornada 12 y aún quedan por disputar otros 26 partidos más. Así y todo muchos hacen las conocidas cuentas de la lechera: aventajamos al eterno rival en seis puntos más el gol average; al Atlético de Madrid del ‘Cholo‘ le sacamos cuatro puntos y al cuarto y al quinto de la Liga -Villarreal y Celta- la friolera de nueve puntos. En Europa la marcha del equipo de Luis Enrique es igual de consistente que en la liga y tras golear a la Roma se ha asegurado el primer puesto en su grupo de la Liga de Campeones.

Desde la llegada de Cruyff a este conjunto se le reconoce por un estilo muy definido, con una identidad propia en un juego basado en el pase y en juntar jugadores de unas características muy similares para ser superiores a los rivales de turno a partir de una técnica exquisita. Más adelante llegó Guardiola y lo perfeccionó con jugadores de un talento sobre natural como Pique, Puyol, Xabi, Eto’o, don Andrés Iniesta, Busquets, Messi o Neymar y ahora son muchos los equipos que quieren emular los conceptos de juego de este envidiable y vistoso estilo de juego.

El sábado jugará en el Nou Camp la Real Sociedad. Lo hará después del subidon que supuso ganar el primer partido en Anoeta, delante de su afición y ante un rival a priori difícil como lo fue el Sevilla. En Donosti en la semana antes del partido en los corrillos futboleros no se hablaba del juego que quería implantar Eusebio, no. Solo se hablaba de ganar sí o sí. Para tranquilidad de todos se sumaron tres puntos fundamentales, importantisimos para visitar a los catalanes más reforzados. El equipo de Eusebio debe de saltar al terreno azulgrana con prudencia, sensatez, cautela, moderación, humildad, pero tambien muy motivados, comprometidos, implicados y -sobre todo- muy pero que muy competitivos ante un rival que de antemano nos va a exigir muchísimo y nos va a desgastar en la circulación del balón.

Por nuestra parte el míster tiene una semana más para implantar los conceptos del juego que quiere desarrollar, conoce al rival como la palma de su mano y recuperamos a dos futbolistas como Reyes y Carlitos Vela.  Es el clásico partido en el que tenemos mucho que ganar y poco que perder, con el añadido de que supone una oportunidad para poder dar minutos a futbolistas emergentes como Mikel Oyarzabal, que en los minutos que jugó ante los sevillanos demostró unas condiciones y una categoría fuera de lo común para su edad aún juvenil. Ya lo digo yo: el que es bueno es bueno. Y como Oyarzabal lo es, es a jugar. ¿Se acuerdan de un tal Griezmann?

Perdemos por tarjetas a Illarra y creo que el míster en feudo azulgrana -en el que la Real solo ha ganado en tres ocasiones-  apostará por el trabajo y el derroche físico de Markel. Lo demás, igual. Lo que funciona no se toca, sino que se perfecciona.

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Sobre el autor

Entrenador de fútbol y tinerfeño. Ha pasado por multitud de banquillos guipuzcoanos, entrenando a equipos como el Lagun Onak, Beasain o Real Unión, entre otros, antes de recalar en la Real Sociedad en 2001. En el club txuri urdin estuvo nueve temporadas en varias fuciones, como la de ayudante de Periko Alonso o de Gonzalo Arconada.


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