A día de hoy el atacante Imanol Agirretxe es un peligro constante para cualquier rival que se enfrente a la Real Sociedad. Es un futbolista que en el momento de forma que se encuentra te obliga a estar con los cinco sentidos durante los noventa y tantos minutos que dura el partido. Ante el Getafe volvió a marcar en una dudosa jugada por fuera de juego del mexicano Reyes.
El jugador de Usurbil -que ya fue Califa en Granada con tres tantos en su haber y la semana anterior con dos goles en el derbi guipuzcoano- se está convirtiendo en el futbolista más determinante de la escuadra de Eusebio Sacristán, ya que sus registros en la Real son muy parecidos a los de Meho Kodro en la temporada 94-95 y los de Epi en la temporada 50-51, con 12 goles marcados, y solo le supera el mítico Bienzobas con 14 goles en quince jornadas.
Eusebio apostó en el Coliseum de Getafe otra vez por un equipo de jugones, es decir, futbolistas de un nivel técnico muy alto. Illarra jugó de pivote único, escoltado por Granero y Canales y arriba del todo, abiertos cuando somos poseedores del balón, Bruma y un desconocido Carlitos Vela. Como punta referencial apostó por Agirretxe. El equipo jugó como su entrenador quiere y entrena, es decir, con mucha querencia del balón, pero esta vez -sobre todo en el primer acto- fue muy lejos de la portería rival y las oportunidades de gol eran muy pocas: un tiro de Vela, que desvió a córner Guaita, y un eslalon gigante de Bruma en una contra con un tiro junto al palo fueron las dos únicas ocasiones de este acto. Por parte local, solo un mano a mano de Álvaro -muy inocente ante Rulli– mereció ser destacado.
Nada más comenzar la segunda parte llegó el tanto azulón, gracias a un cabezazo de Sarabia, tras una cadena de errores de la Real (un centro desde la derecha mal acosado y defendido por De la Bella, después por Illarra e Iñigo y con la colaboración de Rulli). Pero el conjunto blanquiazul no se vino abajo y Agirretxe falló una clamorosa ocasión de gol con paradón de Guaita. El empate llegó en un balón detenido y en una jugada muy dudosa por fuera de juego de Reyes. Al final marcó el de siempre, Imanol Agirretxe. Reaccionó el míster visitante y con los cambios de Prieto, Jonathas y Carlos Martínez el partido sube de ritmo y se combierte en un corre calles de ida y de vuelta. En ese río revuelto estuvo a punto de marcar un activo Jonathas, pero apareció otra vez Guaita-el mejor hombre sobre el terreno de juego- para dejar el partido en tablas, que no dejaron contentos ni a unos ni a los otros en un partido que se apago poco a poco. Ninguno de los equipos dieron por bueno este triste empate, aunque por ocasiones el justo vencedor podía haber sido el equipo donostiarra. Ahora, Copa canaria y Liga ante el peligroso Villarreal. Veremos cómo reacciona este equipo en estos dos importantes encuentros.