El Villarreal con Marcelino como entrenador sigue invicto ante la Real Sociedad en Liga. Con el entrenador asturiano el equipo amarillo ha logrado cuatro victorias y dos empates ante el conjunto guipuzcoano cuando se han medido en la competición de la regularidad. El encuentro en El Madrigal se presentaba como la oportunidad para el equipo castellonense de dar un paso de gigante para clasificarse para la Champions Legue de la próxima temporada. Como ni unos ni otros pudieron perforar las porterías adversarias, el encuentro finalizó en tablas, empate a cero goles.Hasta entonces el equipo de Eusebio había marcado el cincuenta y siete por ciento de sus goles durante el primer acto de los partidos de esta liga BBVA 2015/16 que es -sin ningún género de dudas- el porcentaje más alto en competición. El equipo realista de esta temporada, es decir, la auténtica Real, es tan capaz de lo mejor como capaz de lo peor, es como un tiro al aire, no engaña. Sin más, es así.
Vamos al desarrollo del encuentro, que ofreció muy poco en juego. Llevamos mucho tiempo en tierra de nadie y liberados de objetivos por cumplir y el míster optó por un planteamiento táctico con Rulli en portería, línea de cuatro zonal con Zaldua, Aritz, Iñigo y Yuri. Por delante como único medio centro Reyes, a su derecha Markel para tapar a Bruno –organizador de juego rival Bruno -e Illaramendi a la izquierda para hacer lo propio con Pina. En el costado derecho y con trabajo más a pasillos interiores se colocó Oyarzabal y en el costado zurdo, Zurutuza -partidazo de este futbolista con un derroche de fuerza y trabajo inmenso- y arriba del todo, con mucha libertad de movimientos, nuestro buque insignia: Carlitos Vela. La tarjetita tonta que vio en la segunda parte puede hacer que se pierda el choque ante el Madrid si no prospera el recurso que creo que pondrá el club. Con el informe y los vídeos pertinentes en su poder, el entrenador de La Seca sabía que había que neutralizar el juego de toque en zona de organización de los de Marcelino y, además, la velocidad de Bakambu arriba del todo. Por eso se atrincheró y dejó pocos espacios detrás de la línea de cuatro. Todo este entramado táctico dificultó el juego ofensivo del equipo castellonense, pero la reacción del técnico local fue poner junto Bruno -el tapado por Markel– otro jugón como Jonathas Do Santos, que le dio más control del balón. Aunque a decir verdad, las oportunidades de gol fueron claras pero muy escasas en las dos porterías.
Fue un partido de mucho equilibrio, donde los dos equipos esperaban un error individual para encarar la portería rival y fue así como Vela pudo poner por delante al equipo realista tras aprovechar un mal pase del central derecho Baily. Pero en su duelo individual con Asenjo, el guardameta le aguantó de pie y neutralizó su lujosa vaselina. También tuvo sus oportunidades el equipo local con un tiro al larguero a pelota parada de Bruno y un mano a mano de Bakambu que repelió rodilla en tierra el portero Rulli.
En estos encuentros sin goles en el simultáneo, el equipo local suele sacar fuerzas y hay un último arreón, pero en esta ocasión fue inocuo y frenado en seco por una Real Sociedad muy bien colocada sobre el verde desarrollando un partido muy serio en lo meramente defensivo, ya que fue un equipo muy hermético y sólo le faltó frescura y eficacia cara a gol para traer los tres puntos a tierras donostiarras.
Los cambios en los minutos 81, 88 y 92 y 30 segundos fueron para mantener el empate a cero. Creo que un equipo de cantera como el nuestro no debe de faltar al respeto a un canterano solo dándole unos cuantos segundos en el campo y sin tiempo de tocar el balón, ya que en el cambio anterior de Héctor por Vela el míster tuvo la oportunidad de dar más tiempo a Bautista en un cambio natural de punta por punta. Cada maestrillo tiene su librillo y en este caso Eusebio lo interpretó así, pero ésta no es mi Real Sociedad. Cuestión de gustos y valores. Sin más, fútbol.