Los equipos de Eusebio Sacristán y Quique Setién son dos patrones de juegos cortados por la misma tijera. Ataques muy elaborados, continuidad en el juego de posesión y esperar la oportunidad para entrar bien por pasillos interiores o pasillos exteriores. La Real Sociedad añade su gran trabajo con el balón parado materializado por unos muy buenos especialistas tanto por la parte abastecedora como por la finalizadora y el desmarque como es el caso de Llorente y el poderoso Willian José con la colaboración de Raúl Navas.
Los dos equipos saltaron al verde de Anoeta entre una fina lluvia y un estado del césped extraordinario donde se podía observar que el balón corría de un pie para el otro de forma fantástica. Nos quedaba la incertidumbre de ver qué equipo se adueñaba del balón y qué equipo sería más equilibrado entre estos dos conjuntos que miran muy poco para atrás y mucho para adelante. Equipos que les cuesta defender cuando no son poseedores del balón.
Se vio un fútbol de festival con una gran borrachera de juego ofensivo. Un encuentro donde los continuos golpes de unos y otros se convirtieron casi siempre en goles. Estos partidos son una gozadera para los espectadores neutrales, pero una locurita para los aficionados tanto béticos como donostiarras ya que todo el potencial ofensivo, se ve luego relegado a las carencias defensivas de los dos conjuntos . Y fue el encuentro un corre calles que terminé en el primer acto con cuatro goles en el electrónico que señalaban el empate a dos goles.
Abrió la lata Sanabria en el minuto 5 al límite de la ley del fuera de juego para más tarde marcar de un certero cabezazo Willian José que creo desvía el defensor andaluz Guardado para después, en gran triangulación de Willian y Jose Kevin con un pase de la muerte a Oyarzabal que hace el dos a uno poniendo a los de Eusebio por delante. Pero en el minuto 28 en un balón detenido, Feddal ponía las tablas en el marcador. En este periodo la Real se apoderó del balón más tiempo que el conjunto de Quique Setién, que desde el minuto 28 hasta llegar al descanso sobro el sobeo del balón ya que falto sustancia y presencia en el área rival para volver a colocarse por delante.
Pero nada mas comenzar el segundo acto un gran pase de Guardado a Joaquín, que se cuela entre un Navas muy blando en esta acción y un Kevin muy lento, se planta solo ante Rulli y en el duelo individual lo bate por el costado izquierdo. Otra vez por detrás en el marcador. Pero como si fuera el verdadero festival de cine la historia se repite y Xabi Prieto escorado a la derecha engancha un gran pase de Juanmi y solo ante Adan vuelve a poner la igualada.
En esos momentos del juego la Real Sociedad vuelve a cometer los mismos errores de otros encuentros al defender casi en el limite de los dos campos y con muy pocas vigilancias y en un balón largo Sergio León termina un contraataque eléctrico con una velocidad brutal y de fuerte zambombazo marca por alto el cuarto gol del equipo verdiblanco en el minuto 84. La misma película de siempre, jarro de agua fría y a por el empate con la seguridad de que la pelota parada nos da para mucho. Córner que se lanza en el minuto 85 y Llorente viniendo desde atrás, como a el le gusta, de un brutal salto y potente testarazo pone el cuatro a cuatro en el casillero de Anoeta. Una vez mas la pelota parada nos da los puntos. Pero para no salir de la película del miedo, Sergio León nos pudo hacer el quinto en otra contra y cuando el balón se colaba lo sacamos en la misma raya de gol.
Nuestra Real Sociedad lleva cinco partidos seguidos sin ganar. Es un coladero en el aspecto defensivo. Un coladero en el cual no solo tienen la culpa los defensas, porque en este juego atacan y defienden todos y en estos momentos el equipo es extraordinario atacando y es un despropósito y un cúmulo de errores defendiendo. Por eso mismo somos uno de los equipos mas goleados del torneo. En este parón, Eusebio debe de ponerse manos a la obra y intentar cortar la misma hemorragia de goles de las semanas anteriores ya que somos un equipo muy vulnerable en el aspecto defensivo por los continuos desequilibrios que sufrimos en muchas fases del juego. Hay tiempo para parar esta hemorragia que sigue muy latente de goles.