>

Blogs

Alberto Moyano

El jukebox

Donostia 2001: como si nunca hubiera pasado

Cada sociedad olvida como puede, salvo la nuestra, que lo hace como quiere. Obligados por tantos casos al deber de memoria, acogemos con alivio cualquier drama que se nos presenta liberado de esta penosa carga. Es el caso de la explosión del juguete-bomba que el 20 de agosto de 2001 -al día siguiente de terminar la Semana Grande donostiarra- acabó con la vida de María Eraunzetamurgil, de 62 años, y causó a Jokin Galarraga, de 16 meses, el nieto que sostenía en sus brazos, heridas irreversibles. El fotógrafo de DV Fernando Postigo, que se encontraba en las inmediaciones, trasladó al niño primero a las Urgencias de la calle Bengoetxea y de allí, vista la gravedad de las heridas, a las del Hospital Donostia.

Recordemos la secuencia: “kale borroka”, dijeron unos; “guerra sucia”, replicaron los otros. “Un juego de rol”, concluyeron las investigaciones, que nunca llegaron a concretar a cuál de todos los del mercado se referían exactamente. Un año después, unos lo habían olvidado, otros hacían como si nunca hubiera pasado y los terceros estaban en trance de dar carpetazo a la estéril investigación. No habrá convocatorias ni actos de recuerdo para aclarar este crimen, dada la dificultad que entraña extraer provecho alguno de aquellos acontecimientos.

Es difícil sustraerse a la tentación de elucubrar qué habrá sido del ahora adolescente Jokin -alguien me contó el pasado año que es un preadolescente razonablemente feliz que, a falta del sentido de la vista, disfruta de los fuegos artificiales de Semana Grande grabando en su móvil el pimpampum pirotécnico-, así como de la persona que tuvo la desgraciada idea de colocar un mecanismo explosivo con pólvora en el interior de un cochecito de juguete antes de abandonarlo en el WC de un bar de la calle Narrica. Respecto a este último, me pregunto si en el tránsito de estos doce años habrá tenido hijos, habrá acunado a su bebé, habrá olvidado lo sucedido o simplemente, lo habrá asumido. ¿Se lo habrá contado a alguien? Quizás incluso ya haya fallecido, catorce años es mucho tiempo contado en páginas de esquelas. Un atentado sin objetivo identificable, culpables declarados, víctimas edificantes o enseñanzas de provecho tiende a caer en la inopia del olvido por falta de provecho. Hoy se cumplen catorce años de aquel crimen perfecto.

Temas


agosto 2015
MTWTFSS
     12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930
31