La estadística de los últimos 42 años resulta apabullante. Si mis datos son correctos, desde 1968 hasta hoy, en condiciones de legalidad reglamentaria, se contabilizan 389 carreras de 100 metros cronometradas por debajo de los diez segundos, a manos de 71 atletas distintos. Setenta atletas de raza negra para 388 frente a uno de raza blanca, el último en haberse sumado al selecto grupo de los sub 10”.
Cuando yo empecé a interesarme por estas cuestiones (1983) las diferencias eran más bien pequeñas, 9”93 vs. 10”01, con cuatro corredores sub 10”. En 1984 la diferencia se redujo una centésima, 9”93 vs. 10”00, con cinco sub 10” en el grupo. Ese 10”00 es el que acaba de ser mejorado, mientras que el 9”93 de 1983 es ahora el 9”58 de Usain Bolt.
Escribir en términos de ‘récord blanco’ vs. ‘récord negro’ me chirría bastante, pero haber visto (por fin) a un atleta blanco romper el muro de los diez segundos en los 100 metros tiene un regusto a “prueba superada”. Así como en los 200 metros, los 400 o el salto de longitud ya habíamos visto atletas blancos superando las grandes murallas, los 9”xx en el 100 han llegado con casi medio siglo de desfase. El atleta que lo ha logrado con sus 9”98 (+1.3) se llama Christophe Lemaitre, un espigado francés de 20 años llamado a hacer grandes cosas en esto del Atletismo.
Y ahora repasaré algunos nombres, imágenes y fechas relacionados con los 10 segundos en los 100 metros lisos.
El primer atleta que que hizo 10”0 MANUALES fue el alemán Armin Hary, hechos en Zúrich el 21 de junio de 1960. Hary era un “cazasalidas” y aquel día, tras hacer 10”0, los jueces decidieron anular el resultado y repetir la carrera. Algunos atletas se plantaron y Hary corrió contra dos adversarios. Repitió la marca y los 10”0 (+0.9) subieron a las listas. La marca eléctrica (a la que aún no se daba validez) fue de 10”25. Ojo, en pista de ceniza.
Aunque la siguiente marca no está homologada, considero que merece la pena citar los 9”91 eléctricos (anulados por el +5.3 del viento) que Bob Hayes (USA) hizo en la semifinal de los Juegos Olímpicos de Tokio’64. En la final, el 15 de octubre de 1964, en una pisoteada CENIZA de la calle uno, Bob Hayes hizo 10”06 (+1.1) eléctricos, aunque por motivos que se me escapan su récord se homologó como 10”0 manual. Bob Hayes, quizá el primer atleta del siglo XXI.
Tardó poco en crecer una retahíla de 9”9 manuales, que dieron paso al primer sub 10” eléctrico de la historia. El 14 de octubre de 1968, en la final de los Juegos Olímpicos de México, y ya con superficie sintética, el estadounidense Jim Hines logró la hazaña: 9”95 (+0.3).
Nueve años después, el 11 de agosto de 1977, en Guadalajara (México), el cubano
Silvio Leonard fue el segundo en bajar de los diez segundos, 9”98 (+0.6). Y el 14 de mayo de 1983, en Modesto (EEUU), un joven atleta de 21 años llamado
Carl Lewis pasó a ser el tercero con una marca de 9”97 (+1.5). La novedad fue que Carl Lewis fue el primero en romper el muro
a nivel del mar. Dos meses más tarde, el 3 de julio, en la altitud de Colorado Springs,
Calvin Smith (USA) batió el récord mundial con un registro de 9”93 (+1.4). A partir de aquí todos los récords mundiales de los 100 metros se han batido al nivel del mar, o en condiciones de ‘no altitud’.
Antes de seguir con la evolución del récord mundial, abro un paréntesis para esbozar la progresión de la “plusmarca blanca”. El 31 de agosto de 1972 el soviético
Valery Borzov ganó la final de los Juegos Olímpicos de Múnich con una marca de 10”07 (+0.0). Le siguió el italiano
Pietro Mennea con 10”01 (+0.1) el 4 de septiembre de 1979 en México. Y le limó una centésima el polaco
Marian Woronin, 10”00 (+2.0), el 9 de junio de 1984 en Berlín. La foto es de 1983.
Y ahora sigo con el récord mundial. En la final de los Campeonatos Mundiales de Roma’87 Carl Lewis igualó la plusmarca de Calvin Smith, 9”93 (+1.0). Repitió esta marca en el mitin de Zúrich’88, semanas antes de los Juegos de Seúl, 9”93 (+1.1). El 24 de septiembre de 1988, en aquella controvertida final de los 100 metros de los Juegos Olímpicos de Seúl en la que Ben Johnson fue descalificado, Carl Lewis paró el cronómetro en 9”92 (+1.1), registro que acabó siendo el récord mundial oficial.
Acabada la era Lewis-Smith y la era Lewis-Johnson llegó la era Lewis-Burrell. El 14 de junio de 1991, en Nueva York, Leroy Burrell (USA) batió el récord mundial con 9”90 (+1.9).
Dos meses después, el 25 de agosto de 1991, en la final de los Mundiales de Tokio, Carl Lewis recuperó el trono con una plusmarca de 9”86 (+1.2), que le convirtieron en el primer atleta que rompía la barrera de los 9”90.
Tres temporadas le duró el récord a Carl Lewis. El 6 de julio de 1994, en Lausana, Leroy Burrell corrió en 9”85 (+1.2).
Final de los Juegos Olímpicos de Atlanta, 27 de julio de 1996. El canadiense Donovan Bailey da la sorpresa y se convierte en campeón olímpico y plusmarquista mundial con 9”94 (+0.7).
Al año siguiente apareció en escena Maurice Green (USA), aunque el récord mundial tuvo que esperar un poco más. En Atenas, el 16 de junio de 1999, con una marca de 9”79 (+0.1) se convierte en el primer atleta que baja de los 9”80.
Llegan los jamaicanos. El 14 de junio de 2005, en la misma pista de Atenas, Green pierde el récord. Asafa Powell corre los 100 metros en 9”77 (+1.6).
Tras igualarse dos veces a sí mismo en 2006, llega otra fecha importante: el 9 de septiembre de 2007
Asafa Powell corre la semifinal del mitin de Rieti en
9”74 (+1.7). ¿Por qué destaco esta fecha? Pues porque desde este día el récord mundial de los 100 metros está más cerca de los 9”50 que de los 10”00. Casi nada.
Y llega
Usain Bolt, Bolt y más Bolt. El 31 de mayo de 2008, en la carrera que casi es su debut en la distancia, Bolt corre en 9”72 (+1.7) en Nueva York.
Unos meses más tarde, el 16 de agosto de 2008, en la final olímpica de Pekín, con una marca de 9”69 (+0.0), Bolt se convirtió en el primer humano que rompe el muro de los 9”70.
El mordisco final a esta tableta de chocolate con leche es para los 9”58 (+0.9) de Usain Bolt en la final del Mundial de Berlín, el 16 de agosto de 2009. Primer hombre que baja de 9”60, el primero en hacernos creer que, al igual que han caído otras barreras, el 9”4x llegará algún día.