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Alberto Moyano

El jukebox

Ajuria Enea: piso piloto

El ya lehendakari, Patxi López, ha visitado esta mañana Ajuria Enea de la mano del ya ex lehendakari, Juan José Ibarretxe. Aunque el encuentro ha tenido lugar sin la presencia de los medios de comunicación, nuestro equipo de investigación ha conseguido que le filtraran la transcripción de la cinta de audio que recoge la charla. Y es ésta:


– López: Pero ¿cómo? ¿Todavía estás aquí?


-Ibarretxe: Kaixo, López, egun on. ¿Cómo tal estás? ¿Qué tal has dormido? ¿Eres feliz?


-López: ¿Qué? eeeh, sí, mucho. ¿Aquí se puede fumar?


 -Ibarretxe: Por favor, que ésta es una familia txirrindulari. Un poco de respeto, jaungoikoa. Por cierto, aún no me has felicitado por haber ganado las elecciones.


-López: Cierto. Se me había olvidado, pero dejémenos de fruslerías y vete enseñándome la casita, que voy con prisa.


-Ibarretxe: noski, López, noski, pero antes, aprovechando que tienes la mano así, como tendida, sujéta un poco la bici. Bueno, mira, este espacio tan mono y minimal es la sala de decidir. La verdad, está sin estrenar.


– López: Señorial. La convertiré en la sala transversal.


– Ibarretxe: Tú mismo. Observarás que está tapizada en tejido acolchado, que carece de esquinas y que el suelo es blando. Creo que el diseñador la bautizó como soft cell o algo asi, pero ya te digo que no recuerdo bien.


– López: Perfecto. A Begoña le va a encantar.


-Ibarretxe: ¿A Begoña? Pero si ya le encanta.


– López: No, digo a MI Begoña.


– Ibarretxe: Ah, ya, a la Gil. Vale. Mira, este es el pequeño gimnasio.


– López: Precioso. Pena por los mineros de Gallarta. Después de todo el día en la galería, unas pesas y unos estiramientos les hubieran venido de perlas, por lo de desconectar y eso.


– Ibarretxe: Claro, hombre. Mira ésta es la cocina. Con su vitro, su frigorífico, su horno, su microondas… Vamos, la típica cocina de aquí, vasca. Ideal para hacer marmitako, bacalao al pil-pil y chuleta, perdón, digo txuleta. Supongo que en cuanto os instaléis la profanaréis preparando fabada asturiana, cocidito madrileño y sabe dios qué otras recetas exóticas. En fin, pasa por aquí que esta salita te va a volver loco.


– López: ¡Hala! ¡Un solarium con jacuzzi!


– Ibarretxe: Hombre, ¿no pensarías que lo que dije de que al lehendakari le da el mismo sol y la misma lluvia que al resto de los vascos iba en serio?


– López: Por supuesto que no. Sabía que era broma. ¿Y esta puerta?


– Ibarretxe: El dormitorio. Por cierto, me ha pedido Begotxu que te diga que respetes este santuario del amor. Vamos, que ni se te ocurra traerte aquí a Basagoiti y que mejor os buscáis un pisito discreto para vuestras cosas.


– López: Eso está hecho. Dile que tranquila. Si además, la cama es pequeña para tres.


– Ibarretxe: ¿Ein?


– López: Bueno, cuatro, porque habrá que traer también al Maneiro ese.


– Ibarretxe: ¡Jaungoikoa! Prefiero no saber más. Mira, te dejo también el despertador, en el que a las siete en punto suenan a todo volumen las dos preguntas de mi consulta. Leídas por mí, por supuesto.


– López: Extraordinario. Oye, ¿aquí sí que se puede fumar, no?


Fin de la cinta.


mayo 2009
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