San Sebastián es el paraíso de la gastronomía, pero también es la meca de los amantes del surf y del cine. Los indígenas ya lo sabíamos, pero ahora lo dice The Wall Street Journal, esa que llaman “biblia del periodismo económico”, uno de los diarios más vendidos en Estados Unidos y más influyentes en todo el planeta. Y que quizás no acierte mucho al hablar de crisis y recesión, pero al menos da en la diana en sus páginas de viajes.
Hace un par de días The Wall Street Journal dedicaba un amplio reportaje a Donostia, “una ciudad para disfrutar”, firmado por Bruce Palling.
¿Qué destaca el reportaje de la capital donostiarra? Habla de la Zurriola como un destino surfero al que llegan especialistas de Australia o Brasil. Elige el Museo de San Telmo como un lugar donde descubrir la cultura y el arte vascos y resalta el Festival de Cine de San Sebastián como uno de los grandes del circuito internacional. “Los aficionados aman este festival porque es relativamente fácil conseguir entradas para los principales eventos en el moderno Kursaal”, dice el informe.
Y por supuesto, el periódico se centra en la cocina en “la ciudad con más estrellas Michelin por habitante”. Además de mencionar Arzak, Akelarre o Mugaritz, el reportaje propone algunos bares de pintxos como A Fuego Negro, el Borda Berri, el Ganbara y el Andra Mari de Gros. Y se rinde ante el txakoli.
Entre los locales citados figuran la tienda de surf de Pukas y hoteles de tanta personalidad como el Arriazul, en la Avenida de la Zurriola, o el Astoria 7, “donde cada habitación es un homenaje a un famoso actor o director que ha visitado el Festival”.
Pues eso: lo que ya sabemos. ¡Pero cómo nos gusta a los donostiarras ver que quienes nos visitan hablan bien de la ciudad! Lo dice The Wall Street Journal, amigos: torcemos el morro cuando sale ahí el ministro de Guindos de turno, pero lo recomendamos cuando hablan de Donostia como el paraíso. Que paren la rotativa.