Un día dijo el Maestro: “Desgraciadamente, es más fácil viajar que detenerse”.
Los discípulos quisieron saber por qué.
“Porque, mientras viajas hacia una meta, puedes aferrarte a un sueño; pero, cuando te detienes, tienes que hacer frente a la realidad”.
“Pero, entonces, ¿cómo vamos a poder cambiar si no tenemos metas ni sueños?”, preguntaron perplejos los discípulos.
“Para que un cambio sea real, tiene que darse sin pretenderlo. Haced frente a la realidad y, sin quererlo, se producirá el cambio”.
Tomado del libro: “¿Quién puede hacer que amanezca?” De Tony de Mello
¿Cómo afrontar un cambio?
1º- Toma conciencia de lo que quieres cambiar en ti (ser más generoso, con menos prontos…).Obsérvate a ti mismo, cómo te sientes cuando actúas de esa manera que te desagrada.
2º- No te juzgues ni te culpabilices. Sin decirte: “soy un inútil, no voy a cambiar, ¿cómo he podido volver a caer?”
3º- Deja de luchar contra ti mismo para cambiar. Cualquier pretensión (pre-tensión) de cambio es eso, una tensión añadida para ti.
Permítete equivocarte aunque no te haga gracia o te incomode.
4º- Acoge aquello que quieres cambiar de ti.No digo que lo aceptes con resignación sino que lo acojas con cariño, dejando que esté a tu lado en el día a día (tu miedo o ansiedad, por ej.), mientras llevas la atención a lo que estés haciendo en el presente(trabajar,cocinar…).
Tu toma de conciencia te ayuda en el camino aunque vuelvas a caer.
Caminaremos…Belén Casado Mendiluce