Esta vez no voy a disculparme por haber “desaparecido” unos días. De pequeña, me buscaban por casa y nunca sabían bien dónde estaba. De mayor, me ocurre lo mismo, me encanta escaparme unos días y cargar pilas: leer, pasear, sentarme en una terraza a observar a la gente pasar, escuchar música, apagar el móvil … De todas formas, confesaré que he estado en Mallorca, en el Puerto de Andraitx.
Allí , la vida va otro ritmo, no existen las prisas y por eso, he descansado. He estado leyendo la última novela de John Banville: El Lémur (Alfaguara) ( en este caso firmada con su seudónimo: Benjamín Black, como todas las novelas negras que escribe). Banville es un tipo serio, intimida un poco. Irlandés de pura cepa, vive en Dublín pero pude entrevistarle en Madrid y quedamos en vernos en Irlanda ya que viví allí un año y es una tierra a la que tengo mucho cariño. “Irlanda es un país de contadores de historias”, dice en muchas de entrevista. El es uno de los grandes.
Música que recomiendo: la donostiarra María Berasarte y sus fados.