De vez en cuando, muy de vez en cuando, la vida te regala amigas inesperadas. Busco en ellas complicidad, admirarlas, que me acepten como soy. No es cosa fácil. Últimamente he topado con dos de ellas y no es la primera vez que las menciono pero cuando logran un nuevo éxito, me gusta compartirlo con ellas y con los demás. Una es la escritora colombiana, Ángela Becerra.
Vive sus sueños con intensidad, es generosa, poeta, alegre, Soñadora, idealista y una gran contadoras de bellas historias. “ … Me encontraba en el Harry´s Bar de Florencia saboreando un dry martini cuando la puerta se abrió y trajo a una enigmática mujer. Durante unos minutos, me dediqué a observarla, y mientras lo hacía, emergió de la nada esta historia. Tuve la convicción de que su vida era triste y que andaba perdida “, cuenta Ángela con pasión. Así ha nacido la novela Ella, que todo lo tuvo (Planeta) premio Planeta-Casamérica 2009. Tierna, maravillosa, inolvidable.
Ayer paseé por Madrid con otra de esas amigas únicas y especiales: Aura. Está de gira por España. Es una persona especial: sabe escuchar, observa a la gente, escribe sus canciones, viaja con una guitarra y poco más por todo el mundo y es de una sensibilidad fuera de lo común. Todo le interesa, nada le resbala.
Son mariposas las dos, mujeres que viven dentro y fuera de este mundo, mujeres con vida y color y que vuelan. Vuelan lejos para huir de las injusticias de este mundo. Quieren, cada una a su manera, transformar este mundo. Soy afortunada. Son mis amigas.