Llevo unos días en Donosti y he tenido tiempo de todo menos de escribir. He llegado a la ciudad huyendo de los calores madrileños y me he encontrado con una temperatura agradable, un mar limpio (las medusas son molestas pero no sucias ) y una ciudad cuidada. Será porque ya no vivo en ella y me tomo con más calma los atascos ¡que los hay!
Será que me pasa lo que a muchas mujeres con ciertos hombres, que es mejor verte de vez en cuando para no enterarte demasiado de sus defectos pero la verdad es que cada vez que vengo , la disfruto más.
Ayer paré a tomar un café en el Antonio y me pareció que nada había cambiado. Paseé por Ondarreta y encontré que el Ezeiza conservaba el encanto de cuando cruzaba de la playa para comprarme un bocata. Las ciudades suelen cambiar menos que las personas.
Anoche fui al concierto de Carlos Baute en Illumbe. Sólo la causa,lo merecía : Fundación Joserra Uriarte: La Caixa: Nª Cta : 2100 49 7981 2100095373. Ayuda Contra el Cáncer. Esta fundación ha sido creada por el ex ciclista Joserra Uriarte, compañero de Miguel Indurain en sus mejores años en el Tour de Francia y que ha sufrido esta enfermedad en su entorno próximo. Empezó con tan solo 10 minutos de retraso y duró dos horas.
La acústica no era especialmente buena y tampoco hubo un lleno pero el ritmo caribeño de Baute y su simpatía, conquistó a la gente. Parece una persona solidaria y con conciencia social. Sus canciones no hablan sólo de amor sino también de políticos corruptos y niños sin infancia.
El concierto terminó con la esperadísima canción ‘Colgando en tus manos’ y el espectacular dúo que se marcan Baute y Marta Sánchez. Si les ve en buena sintonía.
Después del concierto, lo suyo era tomar una copita y allí me encontré con dos amigos : Eduardo Beitia y Cristina de Pablos, compañera del colegio. Rectifico : hay personas que tampoco cambian. ¡ Qué gusto da eso cuando guardas un muy buen recuerdo de ellas !
P.D : Mañana me acerco a Lourdes. Para muchos , eso no les dirá nada. Yo no he ido nunca y tengo ganas de valorarlo en mi propia carne. Hace años estuve en Jerusalén y aunque la comparación no es muy acertada, la impresión que me causó esa ciudad, todavía la conservo en mi recuerdo. Da igual en qué o en quién se crea. Algo cambia dentro de una.