Este post tal vez no sea apto para hombres aunque os aseguro que su lectura les vendría bien a muchos.
La idea me vino en casa de mi amiga Marisol. Me ofreció un café y chocolate (con eso sabe que ya me deja contenta para todo el día, fijaros si últimamente me conformo con poco) y me puso delante de mis narices una taza que llamó mi atención. Conociéndola, diría que lo hizo a propósito para ver mi reacción. Intentaré contar lo mejor posible lo que la taza (o mugg para los más cool ) contaba en dos viñetas.
Viñeta nº1: Una mujer está en la cama y el bueno de su marido prepara una taza de té. Se titula: “He makes de tea“. Abre el grifo, prepara el agua y espera de pie con los brazos cruzados a que el agua se caliente. Cuando el proceso termina, le lleva el te a su mujer.
Viñeta nº2 : Un hombre esta en la cama, su mujer le prepara un té y mientras que el agua se calienta, saca la basura pone el lavaplatos, tiende la ropa, pone la comida al perro … Afortunada o desgraciadamente ¡Así somos nosotras! Y el hombre que se sienta ofendido… ¡Por algo será!
Y esto viene porque mi amiga B. que está pasando por un momento difícil y tiene ¡4 hijos! Además de haberse quitad la ayuda en casa porque cuesta muchísimo, se levanta a las 6.30 para prepararse una “tupper “para el trabajo (ya nada de comer fuera) prepara la raqueta de su hijo mayor, el chándal de las gemelas, el desayuno de los 6 miembros de la familia, se va a trabajar y todavía saca tiempo y moral para mandar un mail a sus amigas preguntado:
“¿Quién tiene los cromos 17, 25, 33 y 47 de Hello Kitty ? Si alguna los tenéis repes invito a merendar.
Estoy segura de que si se los llevo y me da esa merienda prometida, mientras me prepara un café, hará lo mismo que la mujer de la viñeta.