La nostalgia vuelve a recorrer todo mi cuerpo pese a que mi amiga Blanca me riñe con cariño, con el mismo cariño que me lee regularmente, diciéndome que no lleva a ninguna parte.
Viajo a Pollença, un pueblo hermoso al norte de Mallorca, lugar que he visitado en muchas ocasiones pero sobre todo en verano. No es el mismo cuando una va por trabajo aunque sea un trabajo placentero entrevistar a un escritor y tampoco es la misma Pollença de los veranos.
El pueblo estaba tranquilo, luminoso, en calma, como descansando de las hordas de turista que se echan a las calles con mochilas y chanclas.
A este viaje nos invita Planeta y la idea es recorrer parte de los recorridos de la última y reciente novela de María de la Pau Janer (ganadora del premio Planeta en 2005) ‘Cartas que siempre esperé’ habla de la pérdida, los malentendidos, los secretos, la necesidad de comunicación y sobre todo el azar.
En esta novela, María de la Pau regresa a sus escenarios mallorquines cinco años después de su paseo literario por la capital italiana que le valió el Planeta (Pasiones romanas).
Palma de Mallorca, pero especialmente Pollença, es el marco de una historia coral de “héroes cotidianos que viven grandes historias sin que nadie se entere” y que llegado el momento “necesitan reconstruir su pasado, reconciliarse con él, para seguir viviendo”.
A mi vuelta de Mallorca quedo para comer con mi amigo G al que prometo invitarle un día a unas alcachofas. Disfruto con su conversación. Comemos una tortilla de patatas con almejas y un pescadito acompañado de vino de la casa en el Qüenco de Pepa, un restaurante para reconciliarse de tanto asiático de moda.
Regreso a casa con la idea de escribir pero mi amiga Marisol nos invita a Blanca y a mí a un gin tonic y guacamole en su casa. Me cuida y me mima como siempre. Acaricio a su gata Angie y a Zipi y me doy cuenta una vez más que los animales desprenden una energía positiva.
Leo con gusto ‘Los ojos amarillos de los cocodrilos’ (Esfera de los libros) de la escritora francesa Katherine Pancol, éxito de ventas en su país.
Esta es ya su quinta novela. El miércoles estaré con ella y contaré más.
Como dice Forges es sus ultimas viñetas:no nos olvidemos de Haití.