Regreso a San Sebastián por unos días y me da la sensación de que me pierdo grandes acontecimientos como la presentación en el restaurante Olsen de Madrid de un nuevo libro sueco con mucho misterio, El hipnotista (Planeta). La historia llega con tanta intriga de seudónimos que hasta que no regrese no puedo contar más. Parece que es una novela de más de seiscientas páginas que engancha.
Siento perderme el martes la presentación del libro de mi amigo Juan Cruz al que quiero mucho. Es una de las personas más sensibles que conozco. Lo confirma en su blog la escritora Ángeles Mastretta. Ha ganado el Premio Comillas de historia, biografía y memorias con Egos revueltos (Tusquets) una memoria personal de la vida literaria de Juan Cruz. Se presenta a las 19.30 en el Círculo de Bellas Artes y estarán Montserrat Domínguez y David Trueba.
Para ego revuelto el del histriónico autor norteamericano James Ellroy. Para quienes no lo sepan, la fantástica película L.A Confidencial o La dalia negra estaban basadas en sus novelas. Acaba de publicar Sangre vagabunda (Ediciones B ). Forma parte de la “Trilogía Americana. “Nunca le he entrevistado pero me encantaría. Le escuché ayer en el Cara a Cara de la CNN y me pareció un tipo valiente, incorrecto, simpático y con una leyenda turbia que le hace aún más interesante: no acabó el bachillerato, robó casas en su juventud, se cuenta que pese a que adora a los perros, una vez mató a un Doberman con sus propias manos, es un ligón empedernido aunque confiesa que son las mujeres las que le dan “la patada en el culo “. Lo que no es leyenda y él mismo cuenta, es que cuando contaba con tan solo con 10 años, su madre fue misteriosamente asesinada y el crimen jamás se resolvió. Eso marca para siempre a cualquiera.
Dejo Madrid y regreso por unos días al silencio de San Sebastián. Paseos tranquilos por la playa y el ruido de las olas como compañía. Eso me recuerda al cuadro de Fernando Botero, La playa, el más caro de este año en ARCO, se vende por un millón de euros. La verdad es que Botero no deja indiferente. A mí me gusta.
Y que Madrid siga su ritmo, yo me bajo de él por unos días y por lo más importante de mi vida : mi familia.