…o al revés, no se sabe muy bien. Lo cuentan los de Pitchfork en su web. El asunto es que Disney, sin cortarse ni pedir permiso al parecer, ha convertido las montañitas del legendario diseño de Peter Saville para el primer elepé de Joy Division, Unknown Pleasures, en la reconocible forma del perfil de Mickey Mouse. La camiseta se ha agotado ya (sacarán más enseguida, tranquilos). Como se preguntan los de Pitchfork, habría que saber si en Disney se han cuestionado sobre el origen del nombre del grupo, o las circunstancias en las que murió su cantante. Por su parte, el bajista Peter Hook no sólo ha mostrado su enfado, sino que ha venido a decir que se prepare Disney para las camisetas que va a hacer él del Pato Donald.
Mientras tanto, New Order, el grupo que un día surgió de Joy Division tras el suicidio de su cantante Ian Curtis, vienen a hacer lo mismo, pero en plan baile de jubilados. Después del último periodo de separación a causa de las ya insuperables diferencias entre Bernard Sumner y Peter Hook, que ya fueron precedidas por unas giras muy cercanas al patetismo masacrando en plan verbenero el repertorio de Joy Division, y el propio, ahora el cantante reactiva New Order sin Peter Hook.
Sabiendo que es difícil de igualar la inanidad de su último grupo Bad Lieutenant, Sumner se atreve a prescindir de los bajos en primer plano de Peter Hook que tanto definieron a New Order, y ha reclutado de nuevo a Stephen Morris (batería de siempre) y Gillian Gilbert (teclista de siempre excepto en las últimas reuniones por problemas maternales) y se lanza a hacer conciertos, completando la formación con dos de los músicos de Bad Lieutenant. Quizás sea una venganza por las giras que, por su parte, ha hecho Peter Hook últimamente interpretando las canciones de Unknown Pleasures en una banda que incluía a su hijo. Aunque dice lenguas fiables que el resultado en este caso era bastante noble.
De los pocos conciertos que han ofrecido, los nuevos-viejos New Order ya han extractado un disco, a punto de publicación, ‘Live at the London Roxy’. No hemos escuchado el disco, pero hay numerosos vídeos de la actuación en YouTube y el resultado es sencillamente doloroso. Aunque ya lo era en las últimas giras con Peter Hook. En los primeros 80, uno de los atractivos de New Order, además de sus inmensos discos, era su actitud rigurosa, discreta, consecuente. Que hayan acabado así, con ese aire de guateque demodé, no queda tan lejos de la herejía de Disney.
Como consolación, se publica también en estos días en Inglaterra un, al parecer, voluminoso y elegante libro titulado ‘From Heaven To Heaven, New Order Live, The Early Years (1981-1984)’, con abundantes fotografías de la mejor época del que fue uno de los mejores grupos de la historia.
Evitemos los vídeos de New Order 2012, y rescatemos sus primeros meses. En su poco valorado primer Lp había una canción fascinante, Chosen Time, con protagonismo de la batería maquinal, con la belleza de un reloj suizo, de Stephen Morris. Aquí está en directo.
Y por compensar lo de Mickey Mouse, Joy Division en su canción más desoladora, Decades.