El segundo concierto del día de ayer en el Dock of the Bay fue muy distinto al de Parade (tanto como supone cambiar el mediodía por la medianoche como hora del show) pero igualmente especial y adecuado al recinto elegido. Capsula (sin acento) venían con el elepé de David Bowie Ziggy Stardust bajo el brazo, para interpretarlo entero en el teatro Principal, lo que suponía como una versión en vivo y sui generis del documental de D. A. Pennebaker sobre la actuación de los Spiders of Mars en 1973. A estos Spiders argentino-bilbaínos les sobra actitud, capacidad instrumental y pasión rockera, y enardecieron a un teatro Principal casi lleno.
Sonó entero y en orden el Ziggy Stardust, envuelto en mayor furia rockera que el original (no hubo guitarras acústicas) lo que, si bien hacía perder parte de los matices más pop y sofisticados del disco (sobre todo en la canción que sufrió más cambio, la inmensa Star), quedó desbordante de emoción y devoción por la magna obra de Bowie. Respeto y capacidad para meterse en tan peliagudo terreno.
La presencia escénica del quinteto es arrolladora: pocas veces se ve a un grupo en que todos y cada uno de sus miembros estén viviendo lo que tocan con esa pasión todo el rato. Suponemos que si Mario Vaquerizo ve a Capsula en directo algún día enfermará gravemente de envidia al instante: el cantante y guitarra Martín Guevara es todo lo que quisiera ser Mario, pero solo tienen en común la percha para lucir los pantalones pitillo. Martín es creíble y, sobre todo, sabe tocar y cantar muy bien, y controlar la diferencia entre obrar la ceremonia rockera y hacerse la newyorkdoll ante las cámaras. Cuando se mete entre la gente, o se pone de pie sobre el respaldo de las butacas sujeto por los fans, controla el descontrol sin convertirse en parodia de los tiempos que recrea.
Porque, después de Ziggy Stardust, vinieron otros temas complementarios de Bowie, Jean Genie y Rebel, Rebel (aunque no la cara B de single Velvet Goldmine que hubiera supuesto hacer justicia a tan gran canción que Bowie debería haber incluido en el álbum original en lugar de la anodina It Ain’t Easy, y le hubiera quedado aún más redondo). Capsula completaron el finalmente largo y apoteósico concierto con un guiño al trío formado por Bowie, Lou Reed e Iggy Pop, con el Run, Run, Run de Velvet Underground y Gimme Danger de los Stooges, entre otras piezas, para acabar los bises con un White Light / White Heat cantado por la bajista Coni Duchess, otro de los pilares del grupo, tanto en imagen y actitud como en contundencia sónica. Junto al potente y ágil batería y el guitarrista que ejercía muy bien de Mick Ronson, completaron una velada rockera que dejó sudando y agotado a buena parte del público. Y que sonó, desde luego, muchísimo mejor que lo que se escucha en estos video-souvernirs.