>

Blogs

Ricardo Aldarondo

Mon Oncle

Nuevo videoclip de Richard Hawley

Es curioso lo que está ocurriendo con Richard Hawley: su disco de 2012, Standing at the Sky’s Edge, ha aparecido entre los mejores del año en la mayor parte de las revistas, a pesar, o quizás precisamente por eso, de que se trata de una voluntaria salida de tono. Nos referimos no a que el disco se flojo o inadecuado, sino a que incluye en buena parte de él un abrazo a una psicodélia eléctrica algo desmadrada que no le conocíamos hasta ahora en sus controlados y exquisitos discos. De hecho, el propio Hawley explicaba, allá por mayo, que este álbum reflejaba una época de mucho salir y mucho desmadrarse incluso con algún psicotrópico, y que al volver a asentarse como padre de familia que es, entre otras cosas, había querido reflejar esas tormentas físicas y espirituales en el disco.

Richard Hawley está entre los mejores songwriters de esta era, esa categoría que vale para muchas variantes estilísticas, pero que nos remite a los grandes, a los más sólidos cantantes y compositores que parecen trabajar más allá de clasicismos y modernidades. Poco a poco, a lo largo de diez años y media docena de elepés (con algunos extraordinarios singles y EPs), y sobre todo a partir del estupendo Coles Corner (2005), Hawley se ha ido sumando al olimpo de los más grandes y atemporales, con esa forma que tiene de aunar un espectro tan amplio como el que va de los crooners de los años 50 (Roy Orbison es el modelo) y las bases del rock alternativo (Velvet Underground, claro) al pop más elegante y adulto o las atmósferas sensuales propias del soul lento. Es decir, esa sabiduría completa acerca de lo que supone la música popular anglosajona en todo su esplendor sin recurrir a mimetismos. Un ideario que puede compartir con Chris Isaak, Elvis Costello o Paul Weller, por ejemplo. Ese tipo de grandeza.

Como quiera que hay quien me reñido muy severamente por no haberle advertido antes de la existencia de Richard Hawley y su gran altura compositiva, vocal y guitarrera, y por si alguien más quiere sumarse al club de fans, dejo aquí el vídeo que acompaña a la publicación de su nuevo single, Don’t Stare At the Sun, que representa la cara más tranquila de un álbum que en algunos momentos se zambulle en un fragor eléctrico apabullante. A mí me gusta este disco algo menos que sus discos anteriores, que los veo más sólidos y coherentes, sobre todo Lady’s Bridge (2007) y el muy calmado, casi depre, Truelove’s Gutter (2009). Pero se ve que estoy equivocado porque es ahora cuando hay más unanimidad en el reconocimiento a Hawley. De cualquier manera, son pequeños matices de gusto, está claro que Hawley es distinguido, convincente, admirable y reconfortante en todo lo que toca.

Para los que además de ser sus seguidores, tenemos querencia como él por la estética y la ética de algunos objetos del pasado, y especialmente lo relativo a los discos, Hawley ha editado los cuatro singles extraídos de su último Lp en formato de 10″, con portadas que imitan las ediciones con funda de papel de los discos de gramófono. Una edición muy limitada, claro y con una canción inédita o versión alternativa en cada cara B.

Y aporto otro de los singles previos, para comprobar esa otra vertiente más eléctrica y psicodélica…

Un espacio en 3D: cine, música, libros y más

Sobre el autor

Periodista de Cultura y crítico de Cine de El Diario Vasco. Colaborador de Rock De Lux, Fotogramas y Dirigido Por...


enero 2013
MTWTFSS
 123456
78910111213
14151617181920
21222324252627
28293031