>

Blogs

Ricardo Aldarondo

Mon Oncle

Peter Hook en la fiesta del Hacienda: más New Order que New Order

Era una celebración/recuerdo/añoranza en Londres de la ya mítica discoteca Hacienda de Manchester que impulsaron Peter Hook, Bernard Sumner y demás miembros de New Order, como una actividad más del sello discográfico Factory. Quizás el lugar donde más (y de forma más extrema) se desarrolló la cultura del acid house para solaz de la 24 hour party people. Esta fiesta en memoria de la desaparecida Hacienda tuvo lugar el pasado 21 de junio en Londres, y al estar por allí ese día, no nos lo podíamos perder.

Además del los shows de innumerables DJs que se supone que recuperarían todos los himnos que sonaban en Hacienda en los 90, estaban anunciadas tres actuaciones live: Super White Assasin (cansinos practicantes de una electrónica etérea y cool con voz femenina que abrieron la noche), 808 State (nos los perdimos porque no eran horas) y Peter Hook & the Light, que es lo que en realidad nos había llevado al Coronet.

Desde que abandonó airadamente New Order, Peter Hook se dedica a reproducir en directo el material de sus dos bandas (la otra es Joy Division, claro), mientras su largamente queridos y ahora odiados compañeros de fatigas optaron por continuar sin él, aunque el sonido de su bajo, protagonista como pocos, fuera columna vertebral de New Order. Que Peter Hook se adueñe del legado de sus grupos para pasearlo por los escenarios parecía, en principio, algo poco apetecible. No pude acudir a Bilbao, cuando actuó recorriendo entero el debut de Joy Division, Unknown Pleasures, pero amigos expertísimos y con sólido espíritu crítico me aseguraron que fue insospechadamente espléndido.

Aún así, tenía mil prevenciones ante lo que se anunciaba como un ‘electronic set’ de New Order en manos de Peter Hook & The Light. Mis amigos tenían razón: fue magnífico. En lugar de nostalgia cumbayá, contundencia y actitud. Y con muchísima más fidelidad al espíritu y la actitud de New Order que estos New Order que en los últimos años han practicado una decadencia que parece no tener fin.

Peter Hook, niki blanco, moreno ibicenco y en forma física, iba acompañado por una joven banda comandada por su propio hijo al bajo, mientras el padre se centraba en cantar y atacar algunos de sus característicos e insólitos ‘punteos de un bajo que mantenía colgado todo el rato de su hombro pero tocaba solo en los momentos estelares.

Fue una tromba. Poco más de una hora sin parar ni un segundo. Todos los temas iban unidos, ni una pausa ni una palabra de saludo o confraternización con el público, empezando con dos de las piezas más electrónicas de Joy Division, Isolation y Heart and Soul, que enlazaron perfectamente con los inicios más oscuros de New Order, Everything’s Gone Green.

El sonido era contundente y limpio como pocos y el escenario permanecía medio a oscuras iluminado sobre todo por las imágenes de la pantalla y un foco central. Las versiones respiraban devoción y respeto por las originales, en impecable pero viva reproducción. Peter Hook cantaba bien, con gusto y rigor sus impersontaions de Ian Curtis y Bernard Sumner y aquello era un crescendo de emoción e intensidad sin falla alguna.  Sobre todo cuando comenzaron hits tan imperecederos como Bizarre Love Triangle, con los británicos enloquecidos en alegre celebración disco.

Con notable habilidad enlazaron ese ritmo machacón e irresistible con el lirismo de Your Silent Face, y la maquinaria de 586. Y de nuevo a canciones que marcaron época y vidas y están frescas como el primer día: True Faith.

Aunque parecía que, tras el prólogo Joy Division, se limitarían a los dos primeros Lps de New Order y sus intermedios singles, Hook y chavalería se metieron de lleno en la era acid house como pedía el evento, con ese Fine Time que hizo enloquecer a quienes, se les veía en la cara, vivieron a tope la era del smile.

Y el final con dos joyazas como Tempation y Blue Monday redondeó la intensa fiesta y el gozo colectivo. Ni bises, ni parlamentos ni modo alguno de ganarse al público que una hora de contundente, impecable, extasiante recorrido por algunas de los mejores ritmos y melodías que ha dado nunca el maridaje de pop, electrónica y rock. Admirable capitán Hook.

Mientras tanto, los New Order que se han paseado por escenarios en los últimos meses, sin Peter Hook y con dos músicos de refuerzo, han publicado un disco en directo grabado en el Bestival 2012. No he oído el disco en sí pero uno se queda estupefacto al ver que la revista le da cinco estrellas, cinco sobre cinco, al artefacto. Sí he visto unos cuantos vídeos de esta gira de New Order. Y si el grupo llevaba años, casi desde comienzos de este siglo y cuando aún estaba Peter Hook con ellos, haciendo unos directos más bien bochornosos, convirtiendo en una especie de verbena el magno repertorio que crearon en su edad dorada de los 80 (la última de su ristra de obras maestras es Technique, de 1989), en esta última gira se han dedicado, por lo que uno ha visto, a masacrar definitivamente el espíritu original del grupo con versiones blandengues y melifluas de su repertorio, en una constante invitación a corear alegremente incluso letras y melodías tan dolientes como la de Love Will Tear Us Apart.

Definitivamente, Peter Hook en directo es hoy en día mucho más New Order que los hoy llamados New Order, él con sus chavales mantiene una experiencia más fiel a lo que era ver en directo en los 80 a un grupo de incalculable influencia. Bernard se ha quedado con el nombre pero no con el alma. Compárese el Temptation que hemos puesto de Peter Hook con este de los actuales New Order en el Bestival 2012. ¿De verdad pretende Record Collector hacernos creer que esto es una obra maestra a la altura de lo mejor que se ha publicado bajo el otrora mítico y venerado nombre de New Order?

 

Un espacio en 3D: cine, música, libros y más

Sobre el autor

Periodista de Cultura y crítico de Cine de El Diario Vasco. Colaborador de Rock De Lux, Fotogramas y Dirigido Por...


agosto 2013
MTWTFSS
   1234
567891011
12131415161718
19202122232425
262728293031