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Ricardo Aldarondo

Mon Oncle

Los ocho nuevos discos de Mark Kozelek

Este post se ha ido posponiendo durante casi un año. Y no sólo por falta de tiempo y diligencia del escribiente, como tantos otros, sino por culpa del protagonista: cada vez que uno reunía los datos y los pensamientos sobre “el nuevo disco de Mark Kozelek“, el artista que antaño nos pareció indolente y contemplativo ha demostrado ser uno de los más prolíficos de estos tiempos, con una capacidad colaborativa digna de Elvis Costello, y entrando en una madurez que lejos de aplacar su inventiva le revela con un talento inagotable. Así, hemos acabado reuniendo los ocho “nuevos discos” publicados desde la anterior aparición de Kozelek en Mon Oncle hace sólo 15 meses. Los repasamos, más o menos, en orden inverso de publicación, dejando para el final el apartado de discos en directo.

Hay que señalar que la obra de Kozelek se ha dispersado o multiplicado, según se mire, en diversos nombres. Si se suponía que Sun Kil Moon era su banda actual, una vez aparcados los Red House Painters, y que publicaría bajo su propio nombre los discos más solitarios, ahora todo está trastocado: alguno de los últimos discos de Sun Kil Moon lo ha hecho prácticamente solo, y para el próximo anuncia en cambio un buen número de colaboradores. Cuando se asocia con Desertshore, está en parte recuperando a Red House Painters. Y en directo sigue tocando casi siempre solo, con repertorio de cualquiera de sus encarnaciones, y de sus múltiples y muy personales versiones de otros.

En realidad en el recuento hay cierta trampa: sólo tres de los ocho discos son nuevas creaciones en estudio. ¿Solo? Tres discazos en un año ya es algo insólito, cuando muchos son incapaces de sacar uno solo. Y luego están los cinco ‘complementos’.

 

1. Mark Kozelek & Desertshore: Mark Kozelek & Desertshore. Agosto 2013.

Ya había colaborado esporadicamente en los dos discos anteriores del grupo (instrumental) de Phil Carney, el que fue guitarrista de Red House Painters. Pero esta vez la cosa rodó como bola de nieve. Prácticamente ya en el estudio, preparando alguna aportación vocal, Kozelek acabó poniendo letra y voz a las diez canciones de Desertshore. El resultado, además de fresco y perfectamente cohesionado, parece convertirse en la continuación de los Red House Painters de Songs For A Blue Guitar, es decir, con menos tiempos lentos y más guitarras, tanto de riff como de orfebrería. Y con el piano del otro fundador del grupo, Chris Connolly, que a veces con un solo detalle obra maravillas que iluminan toda una canción: véase Sometimes I Can’t Stop.

Kozelek despliega todo su arte melódico, con más potencia y proyección que en los últimos años, y sigue en estado de gracia para crear letras. A veces literalmente: en la cautivadora Livingston Bramble se atreve con unos versos impagables: “Puedo tocar como Fripp / o como Johnny Marr / Puedo hacer giros como Jay Farrar /…/ Pero odio a Nels Cline”. Y en el siguiente estribillo, otro gracioso juego de apellidos: “Puedo tocar como Malcom y Neil Young”. No cabe esperar que se esté metiendo con el guitarrista de AC/DC ni con el autor de Harvest, con lo que los admira, pero lo de Jay Farrar les ha sentado más bien mal a sus fans, que lo han calificado de chulito para arriba. Y lo del guitarrista de Wilco…pues parece bastante claro. Aunque luego Kozelek le ha quitado hierro diciendo que lo improvisó en el estudio porque hacía rima con otra estrofa anterior (jo jo) y no puede haber sino un punto malévolo en ese solo ruidoso que suena a continuación, clara parodia de los de Nels Cline. Y encima el siguiente tema se titula Hey You Bastards, I’m Still Here

Pero aparte de ese peculiar sentido del humor (por si alguien dudaba que lo tuviera quien siempre parece tan melancólico y ensimismado), Kozelek y Desertshore han hecho un gran disco, potente y directo en canciones como Seal Rock Hotel, que pasa de los tiempos lentos y apesadumbrados de los primeros Red House Painters (You Are Not of My Blood y Sometimes I Can’t Stop), al alegre country rock de Don’t Ask About My Husband, que casi podría ser un single de éxito, para cerrar con la emotiva balada de corte clásico, Brothers.

Una pega: el CD se editó inexplicablemente en edición limitada y ¡estaba agotado el día de su publicación! Una política que parece bien absurda y reprobable por parte del sello de Kozelek, Caldo Verde Records y su brazo comercial, Sign Reverse. Que en estos tiempos en que es tan difícil vender discos, nos aboquen incluso a los mayores fans a pagar un dineral en ebay por una copia, o descargárnoslo gratis, no parece muy lógico ni loable. No hace falta advertir que hemos optado por lo segundo.



2. Mark Kozelek & Jimmy Lavalle: Perils From The Sea. Abril. 2013.

La auténtica joya del trío de discos en estudio, y el álbum que de momento uno ve como el mejor del año. La sorpresa ya fue mayúscula de entrada: Mark Kozelek, últimamente enfrascado en su guitarra clásica cual Narciso Yepes, se descuelga de pronto con un disco en colaboración con un autor de música electrónica, el Jimmy Lavalle de The Album Leaf. Mano a mano los dos. Uno con la voz y letras, otro con los cachivaches y sus beats y sus organillos. Y el resultado es ese milagro que se da en pocas colaboraciones: las dos personalidades están preservadas y en primer plano, y el conjunto es tan insólito como revelador.

La base musical es de corte minimalista, pero melódica y rítmica: algunos sonidos pueden recordar incluso a The XX o Beach House momentáneamente. Las canciones no se adscriben directamente al formato pop, pero tampoco se alejan. No hay ‘solos’ en los detalles instrumentales, ni adornos, solo una base tremendamente cálida y rica en su sencillez, sobre la que Kozelek se explaya solo con su garganta. Y cómo. Su peculiar voz adopta unos tonos más variados (es curioso cómo juega todo el rato a pasar de notas graves a otras agudas en una nueva vuelta de tuerca a la ‘letanía’ que a veces le caracteriza) y crea así unas melodías absolutamente subyugantes.

Todo eso está al servicio de unas letras prodigiosas. En forma de relatos con tinte autobiográfico (lo sean o no: en el caso de You Missed My Heart está claro que no y él mismo explica que parte de un sueño), Kozelek impresiona en lo literario con unas historias conmovedoras, pero también por la forma de relatarlas, la musicalidad de las palabras y la contenida emoción de las confesiones. Las seis primeras me parecen magistrales (las canciones, no sólo las historias): el dolor de un hermano que perdió la cordura o el contacto con su entorno en What Happened To My Brother; el arrepentimiento por una moneda antigua que de chaval le robó a su madre, y que era el único recuerdo del abuelo en 1936; el destino de un inmigrante ilegal mexicano que le iba a arreglar la casa, Gustavo, con una deriva que evita el lagrimeo ante el desfavorecido; el agotamiento de las giras por medio mundo en soledad en Baby In Death Can I Rest Next To Your Grave, el repaso a los seres queridos en Ceiling Gaizing, mientras mira al techo en la cama en medio de la noche, y la tan aterradora como emotiva circunstancia onírica de You Missed My Heart, en la que varía la frase del título en función de cada uno de los tres personajes del drama, de modo tan sutil como emocionante.

Es por tanto Perils From the Sea un disco a degustar como antes, detenidamente y leyendo las letras y siguiendo cada palabra. Aunque yo lo escuché primero varias veces sin atender a las letras y me atrapó totalmente solo con sus sonidos. Pero algunas frases cazadas al vuelo denotaban el tesoro literario y emocional que había en ellas, en un disco que por su planteamiento electrónico y austero pudiera parecer frío y calculado, pero es todo lo contrario. Casi todas las canciones rondan los siete minutos, se extienden como merecen las letras y como pueden mantener sus preciosas melodías. Y el colofón es prometedor como su título: Sometimes the Wonder of Life Prevails, con uno de esos finales que te dejan con la sensación de haber cerrado una obra maestra.



3. Mark Kozelek: Like Rats. Febrero 2013.

Ha desplegado muchas veces Kozelek su afición a las versiones, incluyendolas entre sus propias composiciones, dedicando discos enteros a adaptar el repertorio de AC/DC o Modest Mouse hasta hacerlo irreconocible, tomando algunas de las peores canciones de Paul McCartney (Silly Love Songs) y Genesis (Follow You, Follow Me) y convirtiéndolas en maravillas, o mejorando claramente el repertorio de su querido John Denver. También se ha caracterizado por exhibir valentía y descaro reinvindicando el rock progresivo de su adolescencia y nombres muy poco ‘cool’ en su entorno ‘indie’, como Yes, Thin Lizzy o Michael Jackson, de nuevo con extraordinarios resultados.

En el álbum The Finally ya hizo una mixtura de versiones. Ahora dedica Like Rats a otra docena, tan estimulante en las elecciones como en las reproducciones, para interpretarlas básicamente solo con su guitarra. Empezar con dos canciones de grupos hardcore tiene su aquel: I de Bad Brains y Like Rats de Godflesh. Sus fans serían los primeros en tener dificultades para reconocerlas. También vuelve sobre Yes y Genesis: de los primeros, la muy apropiada y sentimental Onward; y del último álbum que hizo Peter Gabriel al frente de Genesis, esa obra maestra titulada The Lamb Lies Down On Broadway, una de sus canciones más sencillas, la preciosa Carpet Crawlers, que realmente parece hecha para que la cante Kozelek, con comienzo a capella. Conmovedora, de nuevo.

El disco tiene total coherencia con los materiales más dispares: también hay una de Ted Nugent, la disco music despojada de Right Back Where We Started From de Maxim Nightingale e incluso es capaz de llevar a su terreno con toda naturalidad la denterosa Young Girls de Bruno Mars (para orientarnos, canción que suena en los desfiles de Victoria’s Secret, según hemos podido descubrir con infinito asombro). Puro Kozelek pintado por otros.



4. Mark Kozelek: On Tour, A Documentary – The Soundtrack. Noviembre 2012
La banda sonora del documental que se publico el año pasado, y del que ya hablamos aquí, dejando constancia de sus muy solitarias giras. Recoge tanto temas de los discos originales en estudio, como tomas de conciertos y grabaciones en la habitación del hotel, entre ella Logroño Piece, Vigo Piece y Seville Piece.

 

5. Mark Kozelek: Live at The Palladium (Malmö). Mayo 2013.

Kozelek ha cogido por costumbre editar unos discos en directo de tirada limitada que no los vende, sino que los regala por un corto periodo de tiempo en su web, CaldoVerdeRecords, al hacer cualquier pedido de otro disco. Son grabaciones de conciertos completos, realizados en Europa en solitario, bastante parecidos por tanto entre ellos, en los que la recuperación de tal o cual canción puede ser el mayor aliciente. Este es el último de ellos. Contiene la versión de Green Hell de The Misfits, y dos de las canciones más recordadas y eternas de Red House Painters, Summer Dress y Katy Song.

 

6. Mark Kozelek: Live at Phoenix Public House Melbourne. Febrero 2013.
En este destaca la versión con guitarra de You Missed My Heart, garantizando así que sigue siendo una extraordinaria canción sin la otra mitad del dúo, Jimmy Lavalle, ni electrónicaY también la joya que abría el último disco de Sun Kil Moon, I Know It’s Pathetic But That Was The Greatest Night Of My Life, y otra de las más especiales de Red House Painters, Mistress que, como las demás, Kozelek siempre interpreta de forma diferente.

 

7. Mark Kozelek: Live at Mao Livehouse Shangai & Beijing. Noviembre 2012.

También aquí hay versiones de Mistress y You Missed My Heart, pero destaquemos tres incursiones en el primer Lp de Sun Kil Moon, Glenn Tipton, Carry Me Ohio y Duk Koo Kim, una de las piezas que reflejan el interés de Kozelek por el boxeo, y especialmente el de los campeones coreanos.

 

8. Mark Kozelek. Live in Copenhagen. Octubre 2012.

El repertorio incluye la mentada Follow You, Follow Me de Genesis, una de sus versiones que prefiero; una canción tradicional, Get Along Home, Cindy; una recuperación del último disco de Red House Painters, Void, y una de sus más bonitas canciones, Alesund, para cerrar.

Por si fuera poco, Kozelek ha lanzado en su sello últimamente los nuevos discos de Heirlooms of August (Down at The 5-Star), el grupo del que fue bajista de Red House Painters, Jerry Vessel, y de Advance Base (The World Is In a Bad Fix Everywhere), el último proyecto del hombre que se hizo llamar Casiotone for the Painfully Alone, y en realidad se llama Owen Ashworth.

Y aún hay más: ya está anunciado para febrero de 2014 el nuevo disco Sun Kil Moon. Se titula Benji, y en él Mark Kozelek estará acompañado por Steve Shelley, Jen Wood, Will Oldham y Owen Ashworth. Los títulos de las canciones se anunciarán en diciembre. Genio y finura.

No se vayan todavía: en los últimos meses Mark Kozelek también ha depositado en internet dos canciones, una dedicada a su padre, y otra a su madre, en ésta acompañado en los coros por Will Oldham. Se pueden escuchar, con las historias de sus respectivas razones, en estos enlaces.

Brothers

I Can’t Live Without My Mother’s Love

 

 

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Sobre el autor

Periodista de Cultura y crítico de Cine de El Diario Vasco. Colaborador de Rock De Lux, Fotogramas y Dirigido Por...


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